Los presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se comprometieron con la integración regional en medio de las múltiples crisis que atraviesa esta parte del mundo, y celebraron el retorno de Brasil al foro.
El encuentro de este mecanismo integrado por 33 países tuvo como protagonista estelar al mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que volvió a la arena internacional luego de ganar las elecciones de octubre en su país. «Brasil está de vuelta en la región y listo para trabajar lado a lado con todos ustedes», dijo Lula este martes.
«Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la CELAC», abundó Lula, que impulsa el retorno de Brasil a los foros internacionales en los que tuvo fuerte presencia durante sus dos primeras presidencias (2003-2010).
El regreso de Brasil al foro multilateral fue uno de los hechos más destacados de la Cumbre.En 2020 Bolsonaro, duro crítico de la izquierda, suspendió la participación de Brasil en la CELAC alegando que «daba protagonismo a regímenes no democráticos como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua».
Lula aprovechó el evento para «agradecer a todos» por el apoyo a la institucionalidad brasileña luego de la asonada de partidarios radicalizados del expresidente Bolsonaro, que invadieron las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero en Brasilia.
«Brasil vuelve a mirar su futuro con la certeza de que estaremos asociados a nuestros vecinos bilateralmente, en el Mercosur, la Unasur y la CELAC»
Lula da silva, Presidente de Brasil
El anfitrión Alberto Fernández acusó en el discurso de apertura del foro a una «derecha recalcitrante y fascista» de amenazar la democracia en la región, y se refirió en particular a los episodios de Brasilia y al intento de asesinato de la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, el año pasado, cuyas motivaciones aún se desconocen.
Ausencias
La cumbre reunió a 14 jefes de Estado de los 33 países que componen el foro, con algunas ausencias notorias, como el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien se excusó este martes por tener «bastante» trabajo en su país.
Otros desertaron a último momento, como Nicolás Maduro. El gobernante venezolano, que fue denunciado ante la Justicia argentina por particulares y organizaciones civiles por violación de los derechos humanos, en un intento de que fuera indagado si llegaba al país, anunció el lunes que no tocaría suelo argentino.
Protestas de venezolanos en Buenos Aires contra la posible visita de MaduroMaduro, que en un mensaje grabado enviado al foro criticó lo que calificó de «sanciones criminales» contra Venezuela, tenía una cita el lunes con Lula, quien mantuvo en cambio en agenda el encuentro con el cubano Miguel Díaz-Canel este martes.
Contexto de tensión regional
Lula remarcó las «múltiples crisis» que vive el mundo, desde la pandemia al cambio climático, las tensiones geopolíticas y la inseguridad alimentaria, o las amenazas a la democracia.
De hecho, la cumbre de la CELAC tiene lugar en un contexto de múltiples crisis internas en los países latinoamericanos, e incluso de tensiones entre vecinos y socios.
Perú atraviesa una profunda crisis institucional, con una sucesión de presidentes en pocos años, la mayoría destituidos, el último de ellos el maestro rural Pedro Castillo, expulsado por el Congreso luego de varios intentos, el día que anunció que disolvería el Legislativo, gobernaría por decreto e intervendría la Justicia.
En Nicaragua, decenas de opositores al régimen de Daniel Ortega -ausente de la CELAC- siguen presos, y hace 15 días la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitó «medidas urgentes» para la liberación de algunos, entre ellos exaspirantes a la Presidencia en las elecciones de 2021 que fueron encarcelados.
Argentina atraviesa una crisis inflacionaria en un año electoral, y el gobierno de Fernández multiplica medidas para tratar de contener la subida de precios mientras busca cumplir las metas fiscales acordadas con el FMI, al cual Buenos Aires debe 44.000 millones de dólares.
Chile iniciará nuevamente el proceso para tratar de dotarse de una nueva Constitución tras el fracaso de su convención constituyente, y en Colombia, el gobierno acordó discutir a partir de febrero un cese al fuego bilateral con la última guerrilla del país, el ELN.
El chileno Gabriel Boric y el colombiano Gustavo Petro -quien en rueda de prensa consideró a la CELAC como «el verdadero espacio de integración» de la región- participaron de la cumbre. También el presidente chino, Xi Jinping, envió un mensaje saludando el fortalecimiento del foro China-CELAC de relacionamiento bilateral.
El Mercosur, en tanto, vive una profunda crisis en medio de la decisión de Montevideo de negociar un TLC bilateral con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de los demás socios del bloque, una decisión duramente cuestionada por Brasil, Argentina y Paraguay. Las tensiones al interior del bloque sudamericano se hicieron públicas cuando el ministro de economía argentino, Sergio Massa, dijo que «Uruguay es el hermanito menor del Mercosur, y Argentina y Brasil tienen la responsabilidad de cuidarlo», lo que provocó enojo y respuestas del lado uruguayo.
El anuncio del proyecto para crear una moneda común entre Brasil y Argentina fue uno de los datos centrales de la cumbre.Otro punto destacado del encuentro multilateral fue el anuncio por parte de Argentina y Brasil del proyecto para crear una moneda común entre ambos países, a la que se podrán sumar otros países, como forma de limitar la influencia del dólar en el comercio regional.
La cumbre se cerró con la «Declaración de Buenos Aires», que reivindicó el compromiso de la CELAC con la democracia, el respeto de los derechos humanos y el multilateralismo.
Tensión con la OEA
Desde el departamento de Estado temprano habían publicado un documento en el que expresaron que enviaban a Dodd por «el compromiso de la Administración Biden-Harris de comprometerse con nuestros vecinos», pero aclarando que «el gobierno de EE.UU. reafirma el valor de fortalecer la colaboración regional a través de la Organización de los Estados Americanos, el principal foro multilateral en el Hemisferio Occidental». Es decir, marcó la tensión que existe entre la OEA y otros espacios que están creciendo en la región como la CELAC, en el que no hay participación de Estados Unidos y Canadá.
Algunos presidentes como AMLO creen que es fundamental que esos dos países, en especial Estados Unidos, formen parte de los debates de la región y otros como Lula, les parece clave que haya espacios como la CELAC y la Unasur donde esos países no tienen intervención.