El verano austral suele no ser muy activo en el ámbito político y jurídico en Argentina. Este año es una notable excepción. Todo comenzó con un fallo de la Corte Suprema de Justicia a favor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en manos de Horacio Rodríguez Larreta, opositor al gobierno peronista de Alberto Fernandez, que dispuso que se repongan fondos que habían sido reasignados a otra jurisdicción.
En ese momento Fernandez reunió a un grupo de gobernadores de su mismo partido, para buscar la manera de evitar el cumplimiento del fallo, que a su entender perjudica al interior del país en favor de la rica ciudad de Buenos Aires. Sin embargo todo se agravó con la aparición de mensajes entre el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y Silvio Robles, vocero de Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema, que dejaron al descubierto un vínculo ilegal entre representantes de distintas instituciones, no por la relación en sí misma sino por los temas tratados.
La difusión de esas comunicaciones impulsó una nueva reunión de Fernandez con los gobernadores de su partido, en la que se decidió iniciar el proceso de juicio político, no sólo contra Rosatti sino contra todos los miembros de la Corte Suprema. En principio el gobierno no cuenta con los votos necesario para lograr la destitución, pero el sólo inicio del proceso amenaza con agravar la crisis institucional, ya que los jueces podrían ser llamados a declarar en el Congreso de la Nación frente a la Comisión de Juicio Político.
A través de una serie de tuits, Fernández dio a conocer su decisión de impulsar el juicio político contra Rosatti, y agregó que solititará «que se inicie el proceso de juicio político a los integrantes del máximo tribunal Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti».
Rechazo opositor
Referentes de Juntos por el Cambio, el partido de Mauricio Macri y Horacio Rodriguez Larreta, rechazó el pedido de juicio político a Horacio Rosatti que impulsan Alberto Fernández y los gobernadores. Desde la alianza opositora dijeron que se trata de una «trasnochada pretensión» del oficialismo que busca «amedrentar y socavar a los poderes del Estado».
«La trasnochada pretensión del Presidente de la Nación y el kirchnerismo, de pedir juicio político al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, es un nuevo ataque que pretende amedrentar y socavar a los poderes del estado», expresaron en un comunicado. «Así como no pudieron con la reforma judicial, la procuración general y la ampliación de la Corte a 25 miembros, esta vez, tampoco podrán», dijeron.
Paso al costado
Marcelo D’Alessandro pedirá un «licencia corta» como ministro de Justicia y Seguridad tras los escandalosos chats que se conocieron a fin de año. Se trata de una «salida elegante» para descomprimir la presión sobre Horacio Rodríguez Larreta.
Era la salida que buscaba el jefe de Gobierno que se impuso así a las presiones de algunos sectores de su partido para que lo mantenga en el cargo, como una manera de no «convalidar» lo que se conoció a través de los chats.
«Estamos siendo objeto de una operación infame. Hay grupos de tareas que realizan inteligencia sobre las personas, que violan la intimidad de las personas. Después montan situaciones que no son reales y no importa qué es verdad y qué es mentira», insistió D´Alessandro sobre los chats que fueron filtrados días atrás.
«Estoy más firme que nunca. Uno elige lo que hace, pero la familia no. Necesito ordenar mis cuestiones familiares y también preparar la defensa para desarticular estas operaciones infames. Me tomo una licencia temporaria», explicó D’Alessandro.
Lo cierto es que la exposición de su ministro en reiterados escándalos comenzaba a comprometer la carrera presidencial de su jefe.