Hace un año muchos analistas creían que la invasión de Rusia a Ucrania no duraría mucho y que el país invadido no resistiría al poderío militar ruso, sin embargo, la resistencia militar de Ucrania se ha ganado la admiración de gran parte del mundo occidental y aunque aún la batalla no ha concluido, el apoyo de los aliados ha sido clave para sostenerse en el tiempo.
Estados Unidos desde días previos al inicio de la invasión, adelantaba que respaldaría a Ucrania y así ha ocurrido, el país ha entregado a Kiev unos 30.000 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania y se espera que este viernes se anuncie la entrega de otro paquete de ayuda.
Los fondos de Estados Unidos incluyen dotación de equipos militares como misiles, camiones blindados, escudos antimisiles, tanques Leopard, Patriots y recursos para alimentos y para que el gobierno pueda hacerle frente a sus compromiso financieros con la población.
Aunque la mayoría de los actores políticos respaldan a Ucrania, desde la bancada republicana que ahora domina la Cámara de Representantes no ven con buenos ojos la entrega de un “cheque en blanco” a Kiev.
El impacto económico
Para el economista Federico Alves, el principal impacto que deja los 365 días de guerra en Europa es la inflación, “toda esta situación ha impulsado la inflación en todo el mundo y Estados Unidos no escapa, por otra parte la cadena de producción se ha visto afectada porque muchos productos de Ucrania forman parte de esa cadena, por eso vemos el alza en los alimentos, por ejemplo”.
Para Alves no todo en genera efectos negativos en la economía, “Estados Unidos ahora invierte más en su seguridad y eso genera otros motores económicos porque por cada gasto se general 8 en la circulación posterior”, dice.
El economista cree que los más afectados en este momento es la clase media, “porque cuando la deuda aumenta se traduce en un aumento del déficit fiscal, lo cual puede llevar a un aumento en los impuesto y por otra parte la inflación y el aumento de precios hace casi imposible la capacidad de ahorro”.
Federico Alves considera que para el consumidor promedio lo recomendable en este momento es no endeudarse y recortar gastos innecesarios.