Estados Unidos anunció el viernes nuevas sanciones contra Rusia en el primer aniversario de la invasión de Ucrania, que buscan reducir el acceso de Moscú a tecnología estratégica como los semiconductores.
Las sanciones, que afectan a sectores como la banca y la industria de defensa, afectarán a «más de 200 personas y entidades, tanto rusas como de terceros países de Europa, Asia y Oriente Medio, que apoyan los esfuerzos bélicos de Rusia», según la Casa Blanca.
Las nuevas sanciones -que se suman a las múltiples medidas anteriores impuestas en los últimos 12 meses- van dirigidas a «una docena de instituciones financieras rusas, en consonancia con aliados y socios, así como a funcionarios rusos y autoridades que operan ilegalmente en Ucrania».
La Casa Blanca dijo que buscaba golpear también los sectores de defensa y alta tecnología de Rusia, además de poner en marcha medidas para frustrar los intentos de eludir las sanciones ya en vigor.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos también impondrá controles de exportación a cerca de 90 empresas rusas y de terceros países, incluyendo China, «por participar en actividades de elusión de sanciones y de sustitución en apoyo del sector de defensa ruso», dijo la Casa Blanca.
A las empresas que son objeto de las sanciones se les prohibirá «comprar artículos, como semiconductores, ya sean fabricados en Estados Unidos o con ciertas tecnologías o programas informáticos estadounidenses en el extranjero».
El sector ruso de los metales y las minas también están en el punto de mira de las sanciones económicas.
Las medidas «implicarán un aumento en los aranceles para más de 100 metales, minerales y productos químicos rusos por un valor de unos 2.800 millones de dólares para Rusia.
Esto también «aumentará significativamente los costos del aluminio que fue fundido» en Rusia para entrar en el mercado estadounidense, precisó la Casa Blanca.
Más ayudas para Ucrania
Al mismo tiempo, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda a Ucrania por 2.000 millones de dólares bajo la forma de pedidos a su industria de defensa, a un año del inicio de la invasión rusa.
La nueva ayuda, que no sale de las reservas militares estadounidenses y que por tanto tardará varios meses en llegar a Kiev, incluye munición adicional para artillería y sistemas de cohetes Himars, así como drones, según informó el Pentágono en un comunicado.
Esta tampoco incluye otros equipos militares solicitados por el ejército ucraniano, como aviones caza y misiles de largo alcance.
Estados Unidos, primer donante de Ucrania, ya ha entregado o prometido más de 32.000 millones de dólares en diversos tipos de armamento a Kiev desde el inicio de la ofensiva rusa, el 24 de febrero de 2022, subrayó el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Otros aliados de Ucrania han desbloqueado más de 20.000 millones de dólares en total, precisó el funcionario.
Vladimir Putin «pensaba que las defensas de Ucrania colapsarían, que la determinación de Estados Unidos se debilitaría y que el mundo voltearía la mirada. Se equivocaba», agregó Lloyd.
«Un año después, los corajudos defensores de Ucrania no se han debilitado, tampoco nuestra determinación de apoyarlos por el tiempo que sea necesario».
A lo largo de meses, los estadounidenses han escalado su asistencia militar hacia equipos más pesados y sofisticados. Al inicio misiles antitanque, luego baterías de artillería de precisión, blindados ligeros, y finalmente tanques pesados Abrams.
Durante una visita sorpresa el lunes a Kiev, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció otro tramo de ayuda por 500 millones de dólares, en especial municiones de artillería y sistemas antiblindaje tomados de las existencias del ejército estadounidense, y por tanto disponibles rápidamente.