Una tarjeta eSIM o sim virtual es la versión digital de las clásicas SIM de datos. Funciona gracias a un microchip que está instalado en tu aparato celular y que te permite instalar varios “perfiles de eSIM”, el equivalente a las tarjetas SIM físicas, con sus números de teléfono con y planes de datos.
Gracias a la tecnología eSIM podemos contratar un plan de datos móviles y usarlo al momento, sin necesidad de esperar a recibir una tarjeta de plástico ni de trasladarnos a una tienda.
Un móvil compatible con tecnología de las tarjetas virtuales o eSIM permiten usar varios números de teléfono a la vez, dual SIM (en el caso del iPhone dual sim, hasta 20) y cambiar de uno a otro al momento. También permite comprar un plan de datos de otro país para no pagar roaming, con lo que se pueden llamar eSIM de viaje.
La eSIM son sim virtual se ubica en realidad en el hardware (un chip específico) de tu móvil o de cualquier otro aparato, por lo que no tienes que colocar ninguna tarjeta física en ninguna ranura. Es por ello que se llaman eSims, no por electronic Sim, sino por el término “embedded Sim”, eSim, que significa tarjeta SIM integrada.
Es más fácil de entender si sabemos que la SIM de plástico tradicional es un chip de memoria con capacidad para unos pocos datos. Esos datos le ayudan al operador a identificar la línea de teléfono y que se comunique con el resto de la infraestructura.
A lo largo de los años las tarjetas SIM de plástico han ido reduciendo su tamaño, desde la SIM clásica que empezó a reducirse de tamaño, primero a la tarjeta microSIM y llegando posteriormente a las dimensiones reducidas de la tarjeta nanoSIM. Toda una evolución tecnológica para caber en móviles de tamaño más compactos.
Además, reduciendo tamaño se ha conseguido también mejorar su capacidad de almacenar datos. Así la tarjeta SIM más primitiva tenía el tamaño de una tarjeta de crédito, mientras que la mayoría de las personas con 30 años de edad y en adelante conocieron su primer móvil con una tarjeta miniSIM, lanzada en 1996. Los móviles más recientes utilizan la nanoSIM, que prácticamente ya no tiene casi superficie de plástico quedanto todo para el microchip dorado.
¿Cómo se configura una eSIM?
La configuración de la eSIM la puede hacer el usuario en su casa siguiendo un proceso que es casi tan sencillo como hacerse un selfie: basta con dirigir la cámara del teléfono hacia un código de barras bidimensional (o código BIDI) proporcionado por la operadora para que el teléfono capture la configuración que se transferirá a la eSIM.
Después, dependiendo del teléfono y de si utiliza un móvil Android o iOS, el proceso de configuración de la tarjeta virtual se completa siguiendo una serie de pasos que incluyen elegir si la eSIM se utilizará para llamadas y datos o solo para datos, y elegir también si la tarjeta eSIM funcionará como línea única o junto con otra línea, tanto en otro perfil eSIM como una tarjeta SIM convencional.
Una misma eSIM puede configurarse tantas veces como se quiera, y puede funcionar con operadoras tanto nacionales como extranjeras dependiendo de la configuración que se suministre a la eSIM. Una característica que apreciarán especialmente aquellos a quienes les gusta viajar al extranjero sin renunciar a su número de móvil y sin arriesgarse a recibir sorpresas en la factura del teléfono.
¿Qué móviles son compatibles con eSIM?
Todos los Apple desde 2018 y la mayoría de los gama alta de Andrroid, puedes comprobar la lista actualizada de móviles compatibles con eSIM.