El virus del Oropouche, también llamado «fiebre del Oropouche» por los síntomas que produce, es una enfermedad arboviral que se transmite por artrópodos, un grupo de invertebrados que incluye a los mosquitos, garrapatas y jejenes.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se transmite específicamente por la picadura del Culicoides paraensis, conocido comúnmente como jején -un insecto que se encuentra en zonas boscosas y cerca de aguas estancadas-, y ciertos mosquitos Culex quinquefasciatus.
El virus se propaga a través de huéspedes, que pueden ser animales (ciclo selvático) y humanos (ciclo epidémico), según las autoridades de salud.
En el ciclo epidémico, los humanos son los huéspedes del virus que se transmite por la picadura de una persona infectada a otra. No hay evidencias de que el virus pase directamente de persona a persona.
Los síntomas principales del virus incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez de las articulaciones, dolores, escalofríos y, en ocasiones náuseas y vómitos.
Cubanos denuncian sentir desprotegidos por aumento de casos Oropouche. Foto: AFP La mayoría de estos se presentan por lo general entre cuatro y ocho días después de que la persona fue infectada y duran de cinco a siete días, aunque algunos pacientes pueden permanecer convalescientes durante semanas, según las autoridades de salud.
Si bien son raras las complicaciones clínicas, el virus puede provocar meningitis aséptica, según la OMS.
Cómo se cura el Oropouche
No existe hasta la fecha una vacuna ni tratamiento antiviral para el Oropouche.
Cómo prevenir el Oropouche
Las autoridades de salud recomiendan erradicar el vector transmisor, en este caso el jején y el mosquito, eliminando los sitios donde se reproducen, como aguas estancadas donde viven las larvas, y tomando medidas de protección personal, como usar repelentes y resguardarse con mosquiteros.
La OMS indica que se ha demostrado que algunos insecticidas como la deltametrina son efectivos contra los mosquitos transmisores.
Con información de Martí Noticias