Delegados de países de América Latina y el Caribe abordaron esta semana las respuestas regionales frente a situaciones de desplazamiento forzoso en contextos de desastres y efectos adversos del cambio climático, en el marco del encuentro denominado Tercera Consulta Temática del Proceso de Cartagena+40.
Según datos del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) más de la mitad de los nuevos desplazamientos registrados en 2023 corresponden a los desastres relacionados con el clima, como inundaciones y sequías, lo que equivale a 26,4 millones de personas desplazadas.
América Latina y el Caribe es una región vulnerable a los impactos del cambio climático. El texto indica que casi el 60 % de las personas refugiadas y desplazadas internas vive en países que se encuentran entre los más vulnerables a los desastres y el cambio climático.
Desplazamiento forzoso
Harper destacó el trabajo de los países de la región en «su liderazgo en la creación de los enfoques regionales para proteger a las personas que huyen del impacto del cambio climático y de los desastres», pero insistió en que es necesario el apoyo de la comunidad internacional para lograrlo.
El encuentro, que culminó el viernes en Bogotá, fue convocado por ACNUR y el Gobierno de Chile, abordó las bases para la Declaración y el Plan de Acción de Chile 2024-2034 , que será adoptado al final del año en la ciudad de Santiago y orientará las estrategias de protección y soluciones de los países de la región durante la próxima década.