El presidente estadounidense, Joe Biden, prorrogó por más de un año el decreto ejecutivo de «emergencia nacional», que considera a Venezuela como «una amenaza inusual y extraordinaria» para EE.UU.
En un mensaje al Congreso, fechado el pasado miércoles 1 de marzo, el presidente estadounidense consideró que era «necesario continuar con la emergencia nacional declarada en el Decreto Ejecutivo 13692 respecto de la situación en Venezuela».
El decreto de la Casa Blanca apunta “la erosión de las garantías de derechos humanos, la persecución de opositores políticos, la restricción de la libertad de prensa, la violencia y violaciones de los derechos humanos en respuesta a protestas antigubernamentales” en Venezuela. También señala “la presencia exacerbada de una importante corrupción” en las instituciones del gobierno.
Esta declaratoria de «emergencia nacional» respecto a Venezuela fue decretada por primera vez el 8 de marzo de 2015, durante el gobierno de Barack Obama.
El gobierno de Nicolás Maduro ha demandado reiteradamente que Estados Unidos derogue sus sanciones contra funcionarios e instituciones venezolanas. Según el Palacio de Miraflores,el país norteamericano y otras naciones han aplicado más de 900 sanciones en su contra, dijo el viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo, en enero, y consideró que el principal afectado por las mismas es “el pueblo”.