La fiscalía de distrito del condado de Santa Fe, en Nuevo México, retiró un cargo contra el actor para Alec Baldwin, en el caso de la tragedia en el rodaje del wéstern Rust. La decisión reduce las posibilidades de que el actor y productor de la cinta sea condenado a prisión por el homicidio accidental de la directora de fotografía Halyna Hutchins, ocurrido en octubre de 2021.
Los fiscales dan así la razón a la defensa de Baldwin, quien argumentaba que era “inconstitucional” la forma como la acusación interpretaba una ley aprobada después del incidente, ocurrido durante el ensayo de una escena. El retiro del cargo también beneficia a Hannah Gutierrez-Reed, la encargada de la armería de la producción.
“La prioridad de la fiscalía es hacer justicia, no abonar a las horas contables de los grandes despachos de abogados”, ha asegurado este lunes Heather Brewer, una portavoz del fiscal de distrito de Santa Fe, que lleva el caso contra Baldwin y Gutierrez-Reed. El comunicado de Brewer confirmaba la decisión de retirar el cargo de portación de arma agravado, que puede acarrear una pena de hasta cinco años de prisión. Sin este cargo, Baldwin enfrenta una sentencia máxima de 18 meses de cárcel.
Argumentos de la defensa
Los encargados de la defensa de Alec Baldwin, sin embargo, argumentaron hace algunas semanas que la acusación se estaba basando en una ley que fue aprobada a nivel estatal en 2022, meses después de que una bala de verdad matara a Hutchins e hiriera al director de la cinta, Joel Souza. “Los fiscales cometieron un error legal básico acusando al señor Baldwin con un reglamento que no existía el día del accidente”, escribió Luke Nikas, uno de los abogados del actor, en una moción presentada el 10 de febrero ante el tribunal.
Entonces, la fiscalía había calificado la afirmación de la defensa como un “intento de distracción de la negligencia y la indiferencia por las medidas de seguridad” que hubo por parte de los miembros de la producción en el rodaje. “Incluso las celebridades con sus lujosos abogados deben hacerse responsables de sus actos”, afirmó Brewer en un comunicado emitido ese día.
La versión de la ley que estaba en vigor el día del incidente indicaba que la portación de arma agravada podía ser aplicada cuando se “blandía” un arma de fuego “para intimidar o lastimar a una persona” mientras se comete un delito no grave. La norma fue cambiada meses después del accidente. Los legisladores impusieron una pena mínima de cinco años de prisión si el arma era descargada durante la comisión del delito.
Acusación
La acusación ha terminado por dar la razón al equipo legal de Baldwin. El viernes, la fiscal especial del caso modificó en los tribunales los cargos “para evitar mayores distracciones litigiosas”. La decisión ha sido celebrada por el abogado de Gutierrez-Reed, que ha considerado que la corrección refleja “correctos estándares éticos” por parte de la fiscal de distrito.
Baldwin, quien sigue libre, aparecerá este mes por primera vez ante el tribunal. Lo hará por videoconferencia en lo que serán las primeras vistas de su proceso por asesinato imprudente. La estrategia de sus abogados ha sido calificada de agresiva. Los letrados también han intentado deshacerse de Andrea Reeb, quien fue nombrada en enero la fiscal especial del caso. Reeb es una funcionaria republicana que forma parte de la Cámara de Representantes de Nuevo México. La defensa asegura que al formar parte del poder legislativo queda impedida de formar también parte del poder judicial. De momento, Reeb ha sido defendida por la fiscal del distrito de Santa Fe, Mary Carmack-Altwies.
A finales de enero, Reeb y Carmack Altwies presentaron formalmente los cargos contra Baldwin y Gutierrez-Reed. Otro integrante de la producción, Dave Halls, el asistente de dirección, se ha declarado culpable de los cargos, con lo que evitará el juicio. Las fiscales subrayaron las conductas “temerarias” y “peligrosas” de los integrantes del rodaje en el uso de la Colt .45 que terminó por matar a Hutchins. La presencia de una bala de verdad fue una violación flagrante a los protocolos de seguridad de la industria cinematográfica. En el rodaje fueron encontradas al menos cinco proyectiles más. Baldwin, sin embargo, ha defendido su inocencia argumentando que él usó un arma que pensaba que estaba descargada. En un principio dijo que nunca apretó el gatillo del revólver, pero esto fue desmentido por una investigación del FBI.