La Asamblea Nacional francesa no ha logrado llegar a un voto global este viernes respecto a la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron, por lo que el proyecto pasa de forma automática al Senado, todo ello mientras los sindicatos convocan nuevas huelgas en contra del sistema provisional en el país latinoamericano.
El pleno del Senado debatirá a partir del 2 de marzo la propuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 en Francia, que desde su presentación en enero provocó una oleada de protestas masivas.
Y es que los más recientes sondeo realizados detallan que Dos de cada tres franceses se oponen a los cambios y fue el 31 de enero el día que se registro la mayor protesta contra una reforma social en tres décadas. Los sindicatos buscan aumentar la presión a partir del 7 de marzo, con huelgas prorrogables.
Además de aumentar la edad mínima de jubilación a 64 años, la reforma busca adelantar a 2027 la subida de un año (de 42 a 43) del período de cotización necesario para disfrutar de una pensión completa, que ahora está previsto para 2035.