El exjefe de seguridad del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou fue condenado este miércoles a más de cuatro años de prisión, informó la fiscalía, en el desenlace de un caso de corrupción que provocó un fuerte revuelo político en Uruguay.
Alejandro Astesiano, que se desempeñó en el cargo desde la asunción de Lacalle en 2020 hasta ser detenido en septiembre pasado, fue condenado por asociación para delinquir, tráfico de influencias, revelación de secreto y conjunción del interés público y privado.
El exjerarca llegó a un acuerdo con la fiscal de Flagrancia de 12º turno, Gabriela Fossati, para que la sentencia abarque todos los delitos de los que está acusado. Fossati destacó la «colaboración» de Astesiano con las investigaciones.
El juez penal Alejandro Asteggiante ratificó ese acuerdo y condenó al exjerarca a una pena de 4 años y medio de prisión, inhabilitación especial por cuatro años y una multa cercana a los 4.000 dólares.
El exjefe de seguridad de Lacalle estaba acusado de participar en una organización que falsificaba documentos para permitir la entrega de pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos. La fiscalía se abstuvo de mencionar la presunta red de corrupción desmantelada o los pasaportes falsos involucrados.
Tras la revelación por la prensa de grabaciones extraídas de su teléfono celular, Astesiano fue investigado por otros delitos de tráfico de influencias.
La cercanía de larga data de Astesiano con el Partido Nacional, principal formación de la coalición de gobierno de centro derecha y su cargo como jefe de seguridad presidencial afectó la imagen del mandatario, de acuerdo a sondeos.
El jefe de Estado uruguayo se deslindó de la actuación de Astesiano y dijo sentirse «traicionado» por su exjefe de seguridad. El abogado de Astesiano, Marcos Prieto, consideró positivo que la fiscalía haya actuado de manera tal que «no prime la investigación mediática».