El gobierno de Colombia yla guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reanudaron en Ciudad de México las negociaciones que buscan sentar las bases de un eventual cese al fuego bilateral después de recientes tensiones entre las partes.
Las partes iniciaron el segundo ciclo de esta mesa de diálogo con un evento público encabezado por el canciller mexicano Marcelo Ebrard y los jefes de delegación del gobierno colombiano y de esa guerrilla.
Patiño subrayó la necesidad de “producir hechos” que demuestren que es posible alcanzar una paz con transformaciones sociales que “derroten el escepticismo y la desesperanza de un conflicto armado de tan larga duración”.
De su lado, Pablo Beltrán, de la delegación del ELN, detalló que en esta segunda ronda de diálogo se buscará acordar una agenda definitiva de negociaciones y se ocupará de las condiciones para «un cese del fuego bilateral, temporal y nacional».
Las conversaciones continúan «con la determinación de lograr una paz integral y duradera». Sin embargo, la mesa «no va a producir una revolución por contrato ni va a decretar una desmovilización automática de las rebeldías», subrayó.
Reencuentro
Después de casi cuatro años de suspensión, las partes reanudaron las negociaciones en noviembre pasado en Caracas en la búsqueda de acuerdos que permitan poner fin al conflicto con la última guerrilla reconocida en Colombia tras el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en 2017.
En esta segunda ronda de pláticas Chile, Venezuela y Noruega, México y Brasil participan como garantes.
La primera ronda, que duró 21 días, cerró con anuncios de liberación de rehenes y acciones humanitarias, pero sin acordarse un alto al fuego.
En su comunicado del domingo, el gobierno destacó el “cumplimiento de los acuerdos del primer ciclo”, por ejemplo “el alivio humanitario para los presos” del ELN, o el envío de una «caravana humanitaria» en zonas como Bajo Calima y Medio San Juan.
Pero las partes han tenido desencuentros recientes.
El 1 de enero, el propio presidente Petro, un exguerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), anunció que su gobierno había acordado un cese al fuego de seis meses con cinco grupos armados, entre ellos el ELN.
Sin embargo, tres días después, el ELN negó haber acordado una tregua con el gobierno.
Finalmente, el gobierno de Colombia suspendió el alto al fuego que había declarado y el 30 de enero, Ejército colombiano abatió en una “operación ofensiva” a nueve presuntos rebeldes del ELN, en el golpe más duro contra esa guerrilla desde que se instaló la mesa de diálogos de paz con el gobierno de Petro.
El 7 de febrero pasado, Patiño, aseguró que el ELN “no ha entendido” la política de “paz total”.
Surgido en 1964 al calor de la Revolución Cubana, el ELN se opone a recibir el mismo trato que los demás actores armados.
Con unos 3 mil 500 combatientes, la guerrilla del ELN tiene una estructura federada, con relativa independencia entre sus frentes, lo que dificulta un eventual acuerdo, según expertos.