Así como en el “Superagente 86”, aquella famosa serie de televisión estadounidense de los años 70, que parodiaba películas de espías, donde generalmente debían infiltrarse para resolver algún caso; unos agentes paraguayos intentaron ingresar de incógnito a una zona donde existe cierto reticencia de los nativos a permitir el ingreso de extraños a sus tierras.
La presencia de tres hombres, que portaban armas de grueso calibre en sus camionetas, alertó a los centinelas de una comunidad bautizada por los indígenas como Y’apó 4, a más de 360 km de Asunción, en el Departamento de Canindeyú.
Alrededor de 100 nativos rodearon a los merodeadores que fueron tomados de rehenes y forzados a hacer trabajos de campo, pensando que los intrusos eran criminales. Esta información fue difundida por los propios nativos por medio de videos distribuidos en distintos grupos de WhatsApp.
Los agentes decidieron cooperar para evitar que pase a mayores como derramamiento de sangre. Foto: Captura de video.Los “infiltrados” en la comunidad no opusieron resistencia alguna para tomar la azada y carpir la tierra, aunque sí intentaron explicar que eran policías vestidos de civiles en una misión secreta.
Durante unas horas fueron retenidos, grabados y denigrados por uno de los dirigentes indígenas que ya cuenta con orden de captura, finalmente fueron liberados, pero el caso es un hecho sin precedentes en el país.
Un jefe de la Policía Nacional viajó 150 kilómetros desde Corpus Christi y constató que eran realmente efectivos de la Unidad Especial de Inteligencia Sensible Antinarcóticos y Hechos Punibles Conexos (SIU). Los policías retenidos fueron identificados como el oficial primero Oscar Villar y los oficiales segundo Ernesto Fretes y César Jara.
Los agentes policiales no opusieron resistencia y fueron filmados. Foto: Redes Sociales.El comisario Emilio Alfonzo, confirmó que recién entonces los miembros de la comunidad accedieron a liberarlos y devolverles sus pertenencias a los agentes que estaban haciendo trabajo de inteligencia con drones en la zona. “Ellos no pensaron que eran policías, sino que, formaban parte de un grupo criminal”, detalló en C9N.
Alerta permanente
Tiempo atrás estas personas ya habían sido víctimas de los grupos criminales de la zona y que por eso actuaron de esta manera, por temor y para defender a sus familias.
El comisario explicó que hace un año ocurrió un enfrentamiento entre grupos criminales donde varias personas fallecieron entre ellos nativos, y que desde entonces cuando un vehículo desconocido o personas ajenas a las comunidades ingresan en la zona ellos toman este mecanismo.
“Ellos no creyeron que eran efectivos policiales y los retuvieron, para luego llamar a la comisaría para consultar”, señaló.
Los elementos como equipos de rastreo, drones, armas pertenencientes a los policías de civil. Foto: Redes sociales. Los indígenas de la zona, viven en permanente alerta, ya que mantienen un antiguo conflicto con la firma Americana Agropecuaria, que pretende ocupar una importante cantidad de tierra, donde están asentados los ancestrales de la zona, de acuerdo a los antecedentes.