Las autoridades estadounidenses anunciaron el arresto el del cofundador del notorio grupo neonazi Atomwaffen y una mujer que conoció en línea en el último complot extremista para atacar las instalaciones públicas de suministro de electricidad.
El FBI informó que Brandon Russell, quien ayudó a fundar Atomwaffen en 2015, fue arrestado en el estado de Florida después de pasar cuatro años en prisión por tenencia de materiales para fabricar bombas.
La mujer, Sarah Beth Clendaniel, fue arrestada en Maryland, donde también pasó un tiempo en prisión por robo a mano armada.
Guiado por Russell, Clendaniel había planeado adquirir un arma y atacar cinco subestaciones eléctricas en la ciudad de Baltimore, Maryland, según el FBI.
«Sara Beth Clendaniel y Brandon Russell conspiraron para infligir el máximo daño a la red eléctrica, un componente clave de nuestra infraestructura crítica», dijo Thomas Sobocinski, agente especial de la oficina de campo del FBI en Baltimore.
«Russell proporcionó instrucciones e información de ubicación. Describió que atacar los transformadores de energía es lo mejor que alguien puede hacer», declaró el oficial en una conferencia de prensa.
Clendaniel dijo que hacerlo probablemente dañaría seriamente la ciudad «de forma permanente», según la acusación presentada en un tribunal federal.
Los acusados enfrentan ahora serios cargosLa acusación considera que el grupo, que en los últimos años cambió su nombre a «Orden Nacionalsocialista», es una organización «extremista violenta» que atentó contra inmigrantes y la comunidad LGBTQ, entre otros.
El arresto sigue a una serie de ataques a subestaciones eléctricas en varias partes del país, que las autoridades creen que han sido perpetrados por supremacistas blancos con el objetivo de fomentar disturbios.
A principios de enero, dos hombres fueron arrestados en el estado de Washington después de ataques contra cuatro subestaciones eléctricas con armas de alto poder que dejaron sin electricidad a alrededor de 15.500 hogares y negocios justamente el día de Navidad.
En diciembre, 45.000 hogares y negocios en el condado de Moore, Carolina del Norte, quedaron sin electricidad luego de que alguien usó un rifle de alto poder para dañar dos subestaciones eléctricas.