Las películas de la saga Avatar usan sensores para capturar el movimiento de los actores y hacerlos parecer extraterrestres azules. Los científicos han podido adaptar esta tecnología para rastrear la progresión de enfermedades que afectan el movimiento, este nuevo sistema utiliza sensores e inteligencia artificial para analizar los movimientos del cuerpo.
En las pruebas de una investigación publicada en la revista Nature Medicine, expertos de Reino Unido midieron la gravedad de dos trastornos genéticos el doble de rápido que médicos expertos en estas condiciones.
En muchos casos, la pronta evaluación de dichos movimientos facilita que el paciente pueda recibir el apoyo y el tratamiento adecuados.
Los investigadores dicen que también podría reducir a la mitad el tiempo y el costo requerido para desarrollar nuevos medicamentos en ensayos clínicos, también podría usarse para monitorear pacientes que se recuperan de otras enfermedades que afectan el movimiento; estas incluyen cualquier condición que involucre el cerebro y el sistema nervioso, el corazón, los pulmones, los músculos, los huesos y una serie de trastornos psiquiátricos.
El seguimiento de la gravedad y la probable progresión de tales enfermedades generalmente implica medir en una clínica la velocidad y precisión con la que los pacientes realizan una serie de movimientos estandarizados. Esa evaluación, vital para determinar qué apoyo y tratamiento necesita un paciente, puede llevar años.