El 11 de enero se desató el caos en los aeropuertos de Estados Unidos luego de que una falla informática obligara a la Administración Federal de Aviación suspender el despegue y aterrizaje de vuelos nacionales por varias horas.
La FAA había atribuido previamente la falla, a daños en un archivo de la base de datos. Sin embargo, un informe preliminar mostró que un subcontratista había “borrado involuntariamente archivos mientras trabajaba en la sincronización entre la base de datos principal y la de reserva”.
La investigación continúa, pero la FAA afirmó que no ha encontrado de momento ninguna prueba que vincule el incidente con intenciones maliciosas o un ciberataque.
Más de 3.700 vuelos sufrieron retrasos y más de 640 fueron canceladosLa FAA está tomando medidas para que el sistema de información, diseñado para alertar en tiempo real a las tripulaciones aéreas de posibles peligros en tierra o cielo, sea “más resistente”.
Más de 3.700 vuelos sufrieron retrasos y más de 640 fueron cancelados.