El futbolista brasileño Dani Alves fue detenido este viernes 20 de enero en la ciudad española de Barcelona tras acudir voluntariamente a una estación de Policía con el fin de responder por un presunto delito de agresión sexual.
Alves fue trasladado a un juzgado en Barcelona con el fin de que haga una declaración sobre el señalamiento que pesa en su contra.
El deportista, de 39 años, es señalado de haber agredido a una mujer, a finales del pasado mes de diciembre, en una discoteca. La denuncia fue recibida por las autoridades locales el pasado 2 de enero.
Alves ha negado los hechos por los que es señalado. Manifestó que nunca vio en la discoteca a la mujer que apunta en su contra. «No la conozco, nunca la vi. (…) Me gustaría desmentir todo», manifestó en Antena 3.
Vale recordar que el ex Juventus de Italia, Paris Saint Germain de Francia y Sao Pablo de Brasil se encontraba en la ciudad española luego de disputar su tercera Copa del Mundo con la Verdeamarela (fueron eliminados en cuartos de final por penales a manos de Croacia). El deportista retornó a México para sumarse a los trabajos con Pumas, poco tiempo después de la denuncia. De todos modos, confirmó su presencia en el local catalán, pero afirmó que estuvo “poco tiempo” y que no “ocurrió nada”.
Alves está casado con la modelo española, Joana Sanz, que en una entrevista, también en Antena 3, difundida el pasado 9 de enero, explicó que su esposo salió el 30 de diciembre a “cenar con sus amigos”.
«El día 30 se fue a cenar con sus amigos, a desconectar un poco, que bastante falta le hacía para su cabeza. Salió a bailar y a intentar disfrutar de la música como bien le gusta, y punto», afirmó la modelo.