Una pareja de esposos guatemaltecos que fue separada en la frontera sur de Estados Unidos, se volvió a reencontrar en el centro de retornados de la zona 13. Un abrazo efusivo y lágrimas, reflejaron la desesperación por haber perdido la comunicación.
Fueron nueve días de estar separados, y permanecer en un centro de detención, sin embargo, nunca pensaron que volverían a reencontrarse en Guatemala.
El engaño de un coyote, (traficante de personas) fue el comienzo de la pesadilla para José Miguel López y su esposa, que fueron abandonados en la frontera, y posteriormente, capturados por la patrulla fronteriza.
Detalles
“La verdad es que a pesar que estuvimos 9 días en la celda de Estados Unidos, me desesperaba por ella y ella por mí.
Se que todos tenemos necesidad y no todos tenemos los recursos que debemos de tener, no todos somos iguales. Hay unos que son más que uno y otros menos económicamente. Pero bendito sea Dios y lo más importante es que estamos bien de salud.
Toda la gente que migra, es porque la verdad tiene necesidad. Junto con mi esposa invertimos algo de dinero para irnos, ya en el cruce del río, nos dejaron abandonados, luchamos ya sin coyote le dimos, cuando sentimos ya estábamos en el monte, dentro de Estados Unidos, en eso nos capturaron.
El dolor más grande fue que nos separaron, bendito sea Dios ya estamos en nuestro país, me siento contento porque Dios nos tiene con vida y salud, a pesar que no es fácil. Todo el que va a migrar va a sufrir, no todos los viajes son iguales y me siento contento de estar acá”, José Miguel López, migrante retornado.
Reencuentro
La coordinación de retorno estableció que las mujeres descendieran primero del avión, por lo que el compatriota, no sabía nada de su esposa, pero, en el momento de la salida del centro de retornados, una mujer que estaba llorando, gritó su nombre, y en ese momento José Miguel, cambió su tristeza por alegría, pues se reencontró con su amada.
Ahora, volverán a su tierra natal, para reencontrarse con su hija de cinco años, a la que tuvieron que dejar con su abuela, pues partieron en búsqueda de una mejora económica.