Un trágico incidente conmocionó a la comunidad internacional el pasado jueves, cuando Omar Farang Zin, un turista italiano de 49 años, perdió la vida tras ser atacado por una osa parda en una carretera de los montes Cárpatos de Rumania. El motociclista, conocido por su pasión por los viajes y los animales, había compartido en redes sociales imágenes y videos de su encuentro con un oso y sus crías, momentos antes del fatal desenlace.
Omar, oriundo de Ferno, un municipio cercano al aeropuerto de Milán Malpensa donde trabajaba como coordinador, recorría en su motocicleta esta icónica ruta montañosa, famosa por sus paisajes espectaculares. Según relató Sarah Foti, alcaldesa de Ferno, al diario italiano Il Giorno, el turista había regresado a un punto específico de la carretera para fotografiar un lago que le había fascinado. Durante su trayecto, decidió caminar por un sendero empinado, donde se encontró con unos cachorros de oso. Al intentar alimentarlos, la madre osa reaccionó de manera instintiva y lo atacó.
El oso que atacó a Omar fue sacrificado, confirmaron las autoridades locales. Foto: Facebook/Omar Farang Zin.
En los videos recuperados de su celular por las autoridades rumanas, se observa a Omar emocionado, exclamando: “¡Ahí está el oso! Qué bello animal” y “Oh, viene hacia mí”. Estas grabaciones, junto con una selfie publicada en su perfil de Facebook donde aparece sonriendo junto a un cachorro, muestran su entusiasmo por el encuentro con la fauna local. Sin embargo, este acercamiento resultó fatal. Según Armand Chiriloiu, director de la Dirección Forestal de Argeș, citado por el diario rumano Cancan, Omar se bajó de su moto para ofrecer comida a los animales, lo que provocó la reacción defensiva de la osa.
El ataque ocurrió de manera repentina. La osa arrastró a Omar aproximadamente 70 metros hacia un barranco, complicando las labores de rescate. Alertados por otros turistas, la policía y los servicios de emergencia iniciaron una búsqueda que duró una hora, hasta que encontraron el cuerpo sin vida del italiano, con evidentes marcas de mordeduras. El cuerpo fue trasladado a una unidad forense para realizar la autopsia. Las autoridades locales confirmaron que la osa implicada en el ataque fue sacrificada horas después, aunque no se especificó si esta medida estuvo directamente relacionada con el incidente.
Dos de las imágenes del oso cachorro que fueron compartidas por el hombre que murió. (Foto: Facebook/Omar Farang Zin).
Una vida marcada por la aventura
Omar Farang Zin era una figura querida en su comunidad. Viudo y conocido por su carácter alegre y sociable, era un apasionado de los viajes y un experimentado trabajador en el aeropuerto de Malpensa. “Era un gran amigo de todos, con un alma buena y amable”, escribió un allegado en su perfil de Facebook, donde cientos de personas dejaron mensajes de despedida. “¡Qué desastre! Te encantaban los viajes y los animales. Lo siento mucho”, expresó otro usuario, reflejando el impacto que la noticia tuvo entre quienes lo conocían.
La publicación de Omar en redes sociales, que incluye la selfie con el cachorro y los videos del oso, acumuló más de 600 reacciones y comentarios, convirtiéndose en un testimonio conmovedor de su última aventura. Este trágico suceso pone de manifiesto los riesgos de interactuar con animales salvajes, especialmente en regiones como los Cárpatos, hogar de una de las mayores poblaciones de osos pardos de Europa.
Omar Farang Zin era una figura querida en su comunidad.
Un recordatorio sobre la fauna salvaje
El incidente ha generado un debate sobre la seguridad de los turistas en áreas naturales y la importancia de respetar la distancia con la fauna salvaje. Los osos pardos, aunque generalmente evitan el contacto humano, pueden volverse agresivos si perciben una amenaza hacia sus crías. Las autoridades rumanas han instado a los visitantes a evitar interactuar o alimentar a los animales salvajes y a seguir las indicaciones de seguridad en las zonas protegidas.
La muerte de Omar Farang Zin es una triste advertencia sobre los peligros de subestimar la naturaleza. Su historia, marcada por la pasión por la aventura y el amor por los animales, deja un legado de reflexión sobre la importancia de disfrutar de la naturaleza con precaución y respeto.
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