El papa Francisco criticó duramente las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump al sostener que los planes de llevar a cabo deportaciones masivas del republicano “terminará mal”.
Francisco lanzó las críticas a las políticas migratorias de Trump en una carta dirigida a los obispos del país, quienes han criticado las expulsiones alegando que perjudican a los más vulnerables.
El pontífice en su mensaje califica la situación como una «importante crisis» que requiere una reflexión profunda y una acción decidida por parte de la Iglesia.
La carta, lejos de ser un simple llamado a la reflexión, se presenta como una denuncia explicita de las políticas de Trump, que el Papa considera injustas e inhumanas.
En un extracto clave de la carta, Francisco afirma que «una conciencia rectamente formada no puede sino emitir un juicio crítico y manifestar su desacuerdo con cualquier medida que asocie, de manera tácita o explícita, la situación irregular de algunos migrantes con la criminalidad».
En este sentido, el papa Francisco rechaza cualquier intento de criminalizar la migración irregular, defendiendo la dignidad y los derechos de todas las personas, independientemente de su estatus legal.
Si bien el Papa reconoce el derecho de cada nación a defender sus fronteras y mantener seguras a sus comunidades de individuos que hayan perpetrado crímenes violentos o graves, aclara que la expulsión de personas, muchas de las cuales han abandonado sus hogares debido a la pobreza extrema, la inseguridad, la explotación, la persecución o el deterioro del medio ambiente, lesiona de manera profunda la dignidad de hombres, mujeres y familias enteras, dejándolos en un estado de vulnerabilidad y desamparo.
El Papa enfatiza que un auténtico Estado de derecho se manifiesta en el trato digno que se otorga a cada persona, especialmente a los más pobres y marginados.
Deportaciones de Donald Trump
«Lo que se edifica sobre la base de la fuerza, y no sobre la verdad de la igual dignidad de cada ser humano, comienza mal y termina mal«, advierte el Pontífice, haciendo hincapié en que una sociedad justa se construye sobre los principios de la igualdad y la fraternidad.
Francisco también recuerda que Jesucristo nos enseña a reconocer la dignidad de cada ser humano sin excepción. El Papa alerta también sobre el peligro de que la preocupación por la identidad nacional introduzca un criterio ideológico que distorsione la vida social e imponga la voluntad del más fuerte como verdad.
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