El pasado 22 de diciembre, un video viralizado en redes sociales mostró el impactante rescate de un bebé gorila en el aeropuerto de Estambul.
Según informó el Ministerio turco de Agricultura y Silvicultura a través de Instagram, la cría estaba siendo transportada ilegalmente hacia Tailandia, vestida con ropa de bebé y dentro de una caja de madera.
Este hallazgo generó conmoción e indignación entre los espectadores, quienes repudiaron el tráfico ilegal de fauna silvestre.
Gracias a la intervención oportuna de las autoridades, el gorila fue incautado y trasladado al zoológico de Estambul, donde se encuentra bajo el cuidado de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza y Parques Nacionales.
Allí, los especialistas evaluaron su estado de salud y comenzaron a alimentarlo con biberón, asegurando su bienestar mientras permanece bajo observación.
Investigación abierta
Este acto de rescate fue ampliamente aplaudido, aunque las circunstancias detrás del caso continúan siendo investigadas.
Aduanas del Ministerio de Comercio de Estambul informó que no se obtuvieron respuestas claras sobre la procedencia exacta del gorila, pero se presume que fue sacado de Nigeria.
El animal tenía como destino Bangkok, en Tailandia, aunque aún no se han identificado los responsables ni el propósito final del transporte.
Este caso subraya la gravedad del tráfico ilegal de especies y la necesidad de reforzar los controles para evitar estas prácticas.
Las imágenes del rescate fueron especialmente desgarradoras. Cuando las autoridades abrieron la caja, encontraron al gorila visiblemente asustado y desconcertado, inmóvil y envuelto en una cobija.
Impactante expresión de miedo
Su expresión de miedo impactó profundamente a quienes presenciaron el video. Sin embargo, momentos después, surgieron imágenes más esperanzadoras que mostraban al pequeño gorila más tranquilo, aferrado a la mujer que lo alimentaba con un biberón.
Este incidente pone en evidencia la importancia de proteger a las especies en peligro de extinción, como el gorila occidental, cuya población ha disminuido drásticamente debido a la pérdida de su hábitat natural y al tráfico ilegal.
Esta especie habita principalmente en las selvas tropicales de África Central, en países como Camerún, Gabón, la República del Congo y la República Centroafricana, y está catalogada como en peligro de extinción.
Según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), el comercio de especies en peligro solo está permitido en circunstancias excepcionales, como la investigación científica.
Este caso destaca la necesidad urgente de fortalecer las medidas contra el tráfico ilegal y promover la conservación de la biodiversidad para garantizar la supervivencia de estas especies vulnerables.