El enfrentamiento entre Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, y Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia de Venezuela, escaló tras la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela. Cabello acusó a Gallo de espionaje y criticó a Bullrich, calificándola de «fascista» y sugiriendo que declarara la guerra a Inglaterra por las Malvinas. Estas declaraciones se dieron en medio de la tensión generada por la detención del gendarme, quien habría viajado a Venezuela por motivos personales.
Bullrich respondió de manera contundente a través de X (antes Twitter), llamando a Cabello «lacayo de una dictadura criminal y cobarde«. Afirmó que la Argentina no se somete a tiranos y exigió la liberación inmediata de Gallo, advirtiendo que habría consecuencias si esto no ocurría. La ministra calificó a Cabello como «opresor miserable» y destacó que las acusaciones contra Gallo eran infundadas, acompañando su publicación con registros de los viajes del gendarme.
Mientras tanto, María Alejandra Gómez, pareja de Gallo y de nacionalidad venezolana, describió la situación como una «pesadilla«. Gómez explicó que Gallo había viajado para visitarla a ella y a su hijo pequeño. La familia confía en que el gobierno argentino está realizando gestiones para lograr el regreso de Gallo al país.
El caso ha generado tensiones diplomáticas y repercusiones políticas. Bullrich se posicionó firmemente contra el régimen de Nicolás Maduro, evidenciando la difícil relación entre ambos gobiernos. La acusación de espionaje y la detención del gendarme han sido señaladas por la ministra como acciones desesperadas del gobierno venezolano, mientras la familia del detenido espera una pronta resolución.