El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, renunció a petición del presidente Gustavo Petro, tras acusaciones de que hizo la vista gorda ante los sobornos a parlamentarios.
Un ex asesor acusó a Bonilla la semana pasada de saber que los legisladores estaban siendo sobornados a cambio de respaldar reformas claves prometidas por Petro.
La Procuraduría General de la República afirma que los sobornos se pagaron con 200.000 dólares tomados de fondos públicos Bonilla ha mantenido su inocencia.
Petro dijo a los periodistas que había pedido la renuncia de Bonilla «no porque crea que sea culpable, sino porque quieren destruirlo por su lealtad» al presidente.
Un escándalo de corrupción de gran alcance ha envuelto a numerosos altos funcionarios del gobierno, así como a diputados tanto del partido gobernante como de la oposición.
En julio, el jefe de inteligencia del país, un aliado cercano del presidente Petro, renunció después de que los fiscales lo acusaran de supervisar el soborno a líderes parlamentarios para acelerar la aprobación de proyectos de ley. Petro llegó al poder en 2022 con una ambiciosa agenda de reformas sociales.