Marilyn Cote, una mexicana que se hacía pasar por psiquiatra y aseguraba tener la cura para la depresión en solo siete días, ha sido desenmascarada en redes sociales.
Autoproclamada experta en neurociencia, Cote recetaba medicamentos psiquiátricos de control sin licencia, exponiendo así serias falencias en la regulación de la práctica médica en México.
Su caso ha generado un fuerte debate sobre la necesidad de controles más estrictos para evitar el ejercicio profesional fraudulento.
La figura de Cote se construyó con una cuidada imagen pública: mediante videos en inglés, certificados falsificados y fotografías retocadas, logró proyectarse como una reconocida profesional en Estados Unidos, Europa y América Latina.
A lo largo de años, Cote fue tejiendo una reputación de “experta internacional” en neurociencia y psicología, con supuestos estudios en instituciones de prestigio como Harvard.
Expuesta en redes sociales
Esta semana, sin embargo, su credibilidad cayó abruptamente cuando usuarios en redes sociales expusieron la falsedad de su trayectoria.
Entre las afirmaciones de Cote estaba haber nacido en Roma y haber sido directora honorífica del Centro de Desórdenes Mentales de la Universidad de Oslo, además de considerarse la “mejor especialista” en Estados Unidos y Países Bajos.
Estas afirmaciones, sin embargo, resultaron ser parte de una extensa farsa que engañó a decenas de pacientes. Su caso destaca no solo por el nivel de detalle con el que construyó su imagen, sino también por las fallas en los controles que permitieron que ejerciera sin ser cuestionada.
A pesar de la serie de mentiras, Cote posee estudios acreditados en México. En el año 2000, obtuvo su título en Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; en 2012 completó una maestría en Criminalística en el Colegio Libre de Estudios Universitarios; y en 2015 alcanzó un doctorado en Psicología en la Escuela Libre de Psicología, todos reconocidos por la Secretaría de Educación Pública.
No obstante, su formación nunca incluyó estudios de Medicina, ni la capacitación necesaria para recetar medicamentos psiquiátricos.
Durante años
El caso de Marilyn Cote subraya la necesidad de contar con sistemas de control más rigurosos para evitar fraudes en el ámbito médico.
La falta de verificación de sus credenciales le permitió ejercer durante años, dejando en evidencia la vulnerabilidad de pacientes y la debilidad de las regulaciones que deberían protegerlos de prácticas engañosas.