Por tercera vez consecutiva, las encuestas en Estados Unidos subestimaron el apoyo que finalmente recibió el presidente electo Donald Trump, pues pronosticaron un resultado casi igualada con Kamala Harris cuando finalmente el republicano superó ampliamente a la vicepresidenta.
La victoria de Trump supuso un aumento de su apoyo en varias regiones y grupos demográficos, pero los expertos dicen que las firmas encuestadoras no lograron predecir con precisión los resultados en estados que votaron significativamente diferente a las elecciones de 2020.
«Lo hicieron bien en los estados en disputa, pero… fracasaron en dar la información clave de que Trump prevalecía en todo el mapa», dijo Michael Bailey, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Georgetown.
En más de 90% de los condados del país hubo mayor votación por el multimillonario republicano que en 2020, según The New York Times.
En general, las encuestas habían pronosticado márgenes muy estrechos en los duelos en los siete estados bisagra que deciden las reñidas elecciones estadounidenses. El miércoles se proyectaba que Trump ganaría cinco de esos estados con ventaja de entre uno y tres puntos porcentuales.
Según esas proyecciones, el expresidente va camino a quedarse con esos siete estados.
«Puede que se haya subestimado un poco a Trump, pero creo que en conjunto las encuestadoras terminaron haciéndolo bastante bien; no ocurrió un gran error», matizó Kyle Kondik, analista político de la Universidad de Virginia.
«Los sondeos sugirieron que Trump tenía una oportunidad decente de ganar, y ganó», añadió.
Márgenes pequeños
El desempeño de los encuestadores estuvo bajo la lupa este año, luego de que no anticiparan la victoria de Trump en 2016 y de sobreestimar el margen ganador del presidente demócrata Joe Biden en 2020.
«Esta vez Trump fue subestimado aproximadamente por dos puntos» en estados clave, dijo Pedro Azevedo, director de encuestas en Estados Unidos en AtlasIntel.
En Pensilvania, el último promedio de encuestas de RealClearPolitics puso al republicano a la cabeza por 0,4 puntos porcentuales. El miércoles estaba por delante por dos puntos.
En Carolina del Norte, las encuestas pronosticaban un margen de 1,2 puntos de ventaja para Trump, y ganó por tres sobre Harris.
En Wisconsin, las encuestas le dieron a la vicepresidenta 0,4 puntos de ventaja, pero los resultados proyectados muestran a Trump liderando por 0,9 puntos.
No se puede ajustar
El principal problema no ha cambiado desde la llegada de Trump a la escena política estadounidense, hace aproximadamente una década: hay una franja de su electorado que se niega a participar en encuestas de opinión, y las firmas no han podido medir con precisión esa conducta.
En sondeos recientes de The New York Times y Siena College, «los demócratas blancos tenían un 16% más de probabilidades de responder que los republicanos blancos», escribió el analista de datos y experto en encuestas Nate Cohn, dos días antes de las elecciones.
Esa disparidad creció en la campaña de 2024, agregó.
«Es evidente que las encuestas subestimaron significativamente el crecimiento de Trump entre los votantes hispanos», dijo Azevedo, con victorias de Trump en Nevada y Florida por un margen mayor al esperado.
«Esto también es así entre los votantes blancos», dijo, y agregó que aunque la mayoría de las encuestas preveían que Harris «mejorara sus márgenes» en este grupo demográfico, Trump superó las encuestas y además aumentó la cantidad de votantes en áreas rurales.
Iowa, estado sólidamente republicano, es un excelente ejemplo. Tres días antes de las elecciones, una encuesta le daba la victoria a Harris por tres puntos y al final Trump ganó cómodamente con 13 puntos de ventaja, indicó Azevedo.
J. Ann Selzer, autora de esa encuesta, dijo que la diferencia podría haber radicado en que hubo votantes que se decidieron tarde.
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