El huracán Rafael, de categoría 3, causó la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en Cuba debido a los fuertes vientos que alcanzaron más de 180 kilómetros por hora.
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó que se activaron «protocolos de contingencia», aunque no se ofrecieron detalles sobre las medidas específicas adoptadas.
Rafael tocó tierra en la isla, y el Centro Nacional de Huracanes advirtió sobre marejadas peligrosas, vientos intensos y posibles inundaciones repentinas en el occidente de Cuba.
Los residentes de la capital y otras áreas del oeste se preparaban para el impacto sin electricidad, información y con escasez de alimentos, recordando la difícil situación vivida en octubre durante el paso del huracán Oscar.
Cuba atraviesa una grave crisis energética, que el mes pasado provocó un colapso total del SEN y apagones generalizados durante cuatro días.
Constantes fallos
Aunque el sistema se había recuperado parcialmente, los constantes fallos en las centrales termoeléctricas y la falta de combustible siguen provocando cortes de electricidad prolongados en muchas regiones de la isla.
Ante la emergencia, las autoridades cubanas suspendieron el servicio eléctrico en las áreas afectadas por el ciclón para evitar mayores daños y garantizar la seguridad de la población.
Esta medida fue parte de los esfuerzos del gobierno para enfrentar los efectos del huracán Rafael, mientras los ciudadanos se preparaban para enfrentar la tormenta en condiciones muy difíciles.