Imane Khelif, la boxeadora argelina que se hizo con el oro en los Juegos Olímpicos de París entre críticas de numerosas rivales por su hiperandrogenismo y las numerosas acusaciones y dudas sobre su género, se vuelve a enfrentar a un nueva polémica tres meses después de los Juegos Olímpicos después de la aparición de un informe fechado en 2023 sobre sus condiciones físicas.
En el informe, realizado por el hospital Kremiin-Bicêtre de París y el hospital Mohamed Lamine Debaghine de Argel, y revelado por el periodista francés Djaffar Ait Aoudia en Le Correspondant, se recoge que Khelif sufre deficiencia de 5 alfa-reductasa, un trastorno del desarrollo sexual que sólo se presenta en hombres biológicos.
Esta anomalía no se detecta en los bebés varones que lo sufren, ya que se les suele asignar de forma errónea el sexo femenino por la presencia de estos genitales deformados en lo que se denomina ‘bolsa vaginal ciega’ aunque sí se hace patente en la pubertad con signos de crecimiento muscular, crecimiento del cabello y ausencia del tejido mamario o menstruación.
El informe recoge también que Khelif se sometió a una resonancia magnética en la que se determinó que no tenía útero y sí tenía testículos internos además de un micropene. Además, una prueba cromosómica probó que Khelif tenía un cariotipo XY y una prueba hormonal determinó que tenía un nivel de testosterona propio de los hombres. El informe también destaca que los padres de Khelif podrían haber sido parientes consanguíneos.
El informe recoge que Khelif debía someterse a “corrección quirúrgica y terapia hormonal” para alinearse con su identidad de género, además de ayuda psicológica porque los resultados le causaron un “impacto neuropsiquiátrico muy significativo”.
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