Las autoridades mexicanas arrestaron al presunto asesino de un sacerdote católico y activista de derechos humanos. La fiscalía del estado de Chiapas, en el sur de México, dijo que el «principal responsable» de la muerte del sacerdote Marcelo Pérez fue identificado luego de evaluar cámaras de vigilancia, declaraciones de testigos y otras pruebas.
Pérez era conocido internacionalmente por su compromiso con los derechos humanos. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh) de México condenó el asesinato del sacerdote y pidió una investigación «exhaustiva».
Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas, pidió «una acción decisiva y el restablecimiento de la paz en el país y especialmente en Chiapas». Actualmente, el estado está sacudido por la escalada de violencia de las pandillas.
Pérez se había pronunciado contra el narcotráfico y la violencia asociada en Chiapas. Recibió amenazas de muerte por ello. El domingo, dos hombres en una motocicleta abrieron fuego contra el auto en el que se había subido Pérez después del servicio. Cientos de dolientes asistieron el martes al funeral de Pérez en su ciudad natal de San Andrés Larraínzar, cantando: «¡Viva el padre Marcelo, sacerdote de los pobres!».
En México, la violencia criminal, en gran parte vinculada al narcotráfico y las pandillas, ha matado a más de 450.000 personas desde 2006.