Una ola de violencia en un bastión de un cártel mexicano sacudido por luchas internas entre pandillas ha dejado alrededor de 150 personas muertas en el último mes, según la fiscalía del estado.
Entre ellos se encuentran cinco hombres cuyos cuerpos fueron encontrados con heridas de bala la noche del jueves en una avenida principal de Culiacán, dijeron las autoridades.
El 9 de septiembre estalló una guerra territorial entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas de México.
Los enfrentamientos siguen al dramático arresto el 25 de julio en suelo estadounidense del cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael «El Mayo» Zambada, quien afirmó que había sido secuestrado en México y entregado a la custodia de Estados Unidos contra su voluntad.
Zambada, de 76 años, fue detenido junto con Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos. Se cree que la violencia enfrenta a miembros de pandillas leales a El Chapo y sus hijos contra otros alineados con Zambada, quien se declaró inocente de una serie de cargos en un tribunal de Nueva York el mes pasado.
El expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo antes de dejar el cargo esta semana que Estados Unidos compartía la culpa por las luchas internas debido al arresto de Zambada, una afirmación rechazada por el embajador estadounidense Ken Salazar.
Washington niega haber planeado su captura.
La creciente violencia criminal, gran parte de ella vinculada al narcotráfico y a las pandillas, ha provocado el asesinato de más de 450.000 personas en México desde 2006.
Claudia Sheinbaum, quien asumió el martes como la primera mujer presidenta de México, se comprometió a seguir la estrategia de López Obrador de «abrazos, no balazos» de utilizar la política social para combatir el crimen desde sus raíces.
La ex alcaldesa de la Ciudad de México y figura clave del partido gobernante tiene previsto revelar su plan de seguridad la próxima semana.