A medida que varias guerras escalan en todo el mundo causando víctimas civiles cada día, los críticos de Naciones Unidas afirman que el organismo internacional está fallando en su misión más esencial, mientras expertos advierten que la ONU está siendo usada como chivo expiatorio en asuntos fuera de su control.
Una de las tareas centrales de Naciones Unidas es mantener la paz y la seguridad internacional, pero su historial ha sido gravemente dañado mientras se intensifica el derramamiento de sangre en conflictos en todo el mundo, incluyendo Gaza, Ucrania y Sudán.
Los detractores del organismo apuntan a estas guerras brutales, entre otras, como evidencia de que la ONU, que esta semana celebra su Asamblea General de líderes mundiales en Nueva York, ha fracasado en su misión.
El jefe de Naciones Unidas, sin embargo, tiene una visión diferente.
«Es obvio que no tenemos paz y seguridad en el mundo, y es obvio de que no es por la ONU como institución que eso no ocurre», dijo el secretario general António Guterres a la AFP.
«Es por los Estados miembros», sostuvo.
Consejo de Seguridad
El Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene a su cargo asegurar y reforzar la paz, está en gran medida paralizado en los temas de Gaza y Ucrania debido a los vetos que han emitido tanto Washington como Moscú.
Las profundas divisiones entre los miembros permanentes del Consejo -Reino Unido, Francia, China, Rusia y Estados Unidos- implican que su «legitimidad y relevancia» se vean erosionadas, según el embajador de Eslovenia ante la ONU, Samuel Zbogar, titular de la presidencia rotativa de dicho organismo.
También condenó el «ambiente venenoso» en el Consejo, del que responsabiliza a Washington y Moscú.
Sin embargo, esta situación fragmentaria en este órgano de Naciones Unidas no es nada nuevo.
«La ONU nunca ha sido capaz de frenar conflictos que involucren a las mayores potencias», consideró Richard Gowan, del International Crisis Group, al acusar a los países con poderes militares dominantes de esconderse detrás de la ONU.
«Al final, es mejor tener a Estados Unidos y Rusia discutiendo sobre Siria en el Consejo de Seguridad que sosteniendo una guerra activa», añadió.
Demasiado odio
Oona Hathaway, profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Yale, defendió al Consejo de Seguridad, al decir que varios de los éxitos de la institución son inherentemente invisibles.
«Lo que no se ve son las guerras que no ocurren», dijo la académica, al llamar al resto de los 193 miembros de la ONU a hacer su parte por la paz a través de la Asamblea General.
Aunque las resoluciones de ese organismo no son vinculantes, Hathaway aseguró que la Asamblea es más poderosa en sí misma de lo que se percibe, y podría, por ejemplo, crear un tribunal para hacer que Rusia rinda cuentas por la guerra en Ucrania.
Los académicos también han expresado la importancia de las operaciones de mantenimiento de la paz, con unos 70.000 «cascos azules» desplegados en todo el mundo para proteger a los civiles.
Los loables objetivos de estas misiones no han evitado, sin embargo, las amargas criticas de sus opositores. En Mali, por ejemplo, la fuerza de mantenimiento de la paz fue expulsada por la junta gobernante del país en 2023, que alegó que la fuerza internacional había fallado.
«Hay demasiado odio a la ONU, pero es de hecho, el mejor sistema multilateral que tenemos», opinó Gissou Nia, del centro de pensamiento Atlantic Council, con sede en Estados Unidos.
Situación geopolítica
Ninguna organización podría construirse hoy a imagen de las Naciones Unidas, dada la situación geopolítica mundial con fuertes divisiones, explicó Nia.
Jean-Marie Guehenno, exjefe de la unidad a cargo del mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, insistió en que la institución era irreemplazable, y que si bien «la ONU está en una mala racha, no interesa cerrar el negocio».
«Así que (los países) se quejan, dicen que la ONU es inútil, pero al mismo tiempo reconocen que sigue siendo un foro útil y un referente. Un barómetro que ha sido pisoteado, insultado y dejado en mal estado, pero con la esperanza de un futuro mejor», observó.
Guterres insiste en que el rol humanitario es «más importante que nunca» y que las agencias de la organización han «estado rescatando a personas en circunstancias dramáticas».
Mientras a algunos analistas les gustaría ver que la ONU tome la iniciativa diplomática más a menudo, Guterres reconoce que «la Secretaría General de Naciones Unidas tiene un poder muy limitado».
«Ni poder ni dinero», concluyó.
Con información de la agencia de noticias: AFP