Los presidentes de Brasil, Colombia, Guatemala, Argentina, El Salvador, Chile y Paraguay tomaron la palabra este martes en el primer día de discursos de la 79 Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, para abogar por el cese de los conflictos internacionales y expresar su preocupación por los retos a la democracia en Venezuela.
Entre los oradores de la jornada inaugural del segmento de alto nivel, el mandatario chileno Gabriel Boric fue el más tajante al abordar la situación en la nación venezolana, en medio de una crisis tras unos disputados comicios presidenciales, donde tanto la oposición como el oficialismo se proclaman ganadores.
Boric denunció como en Venezuela “una dictadura” pretende “robarse una elección” y abogó por “una salida política a esta crisis que reconozca el triunfo de la oposición” en los recientes comicios, pero enfatizó en que las sanciones impuestas por Estados Unidos “solo agravan el conflicto”.
Chile, donde viven unos 800.000 venezolanos, «no está en condiciones de recibir más migración», afirmó el joven mandatario de izquierda, quien llamó también llamó a un alto al fuego en el conflicto del Oriente Medio y pidió que “la agresión” de Rusia a Ucrania “pare de inmediato”.
Santiago Peña, de Paraguay, también se refirió a la situación en Venezuela. «El deterioro de la democracia en Venezuela es claramente evidente (…) Este proceso (electoral) ignoró la voluntad del pueblo venezolano y se caracterizó por graves actos del régimen que resultaron en persecuciones a los principales actores de la oposición y en detenciones arbitrarias», insistió.
Críticas a la Asamblea General de la ONU
El brasileño Lula da Silva inició la sesión con un llamado a enfocar el interés global en solucionar los graves conflictos que envuelven el planeta.
Lula afirmó que “América Latina vive una década perdida”, con un crecimiento económico rezagado y un debilitamiento de la democracia. En cuanto a la economía, señaló que la desigualdad sigue marcando a la región con Estados que deben dedicar cada vez más recursos.
Lula pidió a la ONU hacer una reforma profunda al punto de cumplir 80 años de la Carta de la ONU, y aspira a la equidad solicitando que una mujer pueda asumir la secretara general del organismo global.
El presidente colombiano Gustavo Petro aprovechó su tiempo en el podio para criticar al foro de la ONU al señalar que este solo está “reservado” para los líderes mundiales que tienen el “poder de destrucción de la vida”, alegando que la mayoría de los países no son “escuchados”.
Otro que dedicó fuertes críticas al organismo internacional fue el presidente de Argentina, Javier Milei, quien debutó este martes ante la Asamblea General de la ONU diciendo que no es político sino un economista libertario que quiere advertir al mundo sobre los riesgos de seguir la agenda 2030 de la propia ONU.
Llamados a la paz
Por otra parte, el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo, inició su primera alocución ante la Asamblea de la ONU con un saludo en quiché, el idioma de uno de los pueblos originarios de su país, en reconocimiento a las comunidades nativas que lo apoyaron en su difícil camino a la Presidencia, a donde llegó el pasado enero.
En su discurso pidió al organismo trabajar por la paz y ser contundente contra los Estados miembros que violen repetidamente la carta de la ONU. «En los últimos dos años, la guerra se ha intensificado. No debemos tolerarla y no debemos abandonar la esperanza de un futuro sin guerra», advirtió.
Arévalo adelantó además que su gobierno gestiona el envío de un contingente de policía militar para apoyar la misión internacional de seguridad en Haití y resaltó que la migración es un derecho, no una sentencia derivada de la falta de oportunidades, de violencia o el hambre.
Por ello, dijo que su gobierno acogió a los 135 presos políticos nicaragüenses, liberados de la «prisión arbitraria» de su gobierno.»Nuestro compromiso es que Guatemala sea siempre un espacio de dignidad y de libertad para quienes lleguen a nuestro territorio», expresó.