Medios estadounidenses señalaron que el sospechoso del aparente intento de asesinato de Donald Trump es un hombre de 58 años llamado Ryan Wesley Routh, a quien la AFP entrevistó en 2022 en Kiev adonde viajó para ayudar a Ucrania en la guerra.
El Servicio Secreto indicó el domingo que sus agentes «abrieron fuego contra un hombre armado» con un fusil AK-47 situado cerca de los límites del campo de golf del candidato presidencial republicano en West Palm Beach, en Florida.
Medios como CNN o CBS señalaron que Routh era la persona detenida. Estos dos canales lo describen como un constructor de viviendas en Hawái que tenía un historial de arrestos durante décadas y que publicaba regularmente sobre política y asuntos de actualidad, a menudo criticando a Trump.
Una de las cuestiones tratadas por Routh en sus redes era la guerra de Ucrania contra la invasión rusa.
«Estoy dispuesto a volar a Carcovia e ir a la frontera con Ucrania como voluntario para luchar y morir», escribió en la plataforma X en marzo de 2022, según el diario The New York Times.
A finales de abril de 2022, la AFP entrevistó a Routh en Kiev en una manifestación en apoyo a los ucranianos atrapados en la ciudad portuaria de Mariúpol.
«Putin es un terrorista y debe ser finiquitado, así que necesitamos que todo el mundo pare lo que está haciendo y venga aquí ahora», dijo entonces a la AFP.
Bajo la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos ha sido un firme defensor de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
Su vicepresidente y candidata demócrata, Kamala Harris, ha asegurado que mantendrá este apoyo si es elegida para sucederlo en enero, pero Trump no aclaró en un debate esta sea si quería que Ucrania ganara la guerra.
Cómo fue el intento de asesinato contra Trump
Los agentes del Servicio Secreto se movían detrás y adelante del carrito que transportaba al expresidente cuando detectaron un cañón de rifle semiautomático que sobresalía de una valla pegada al campo de golf que pertenece a Trump. Sin perder un segundo, la custodia oficial disparó contra quien se supone es Routh.
“Fueron cuatro tiros”, reveló Rafael Barros, agente especial desplegado en Miami.
Routh habría abandonado su rifle con mirada telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro, y se subió a su camioneta Nissan negra para huir de la escena del crimen. En ese momento, un vecino de la zona sacó una foto del principal implicado y la puso a disposición de las autoridades locales.
Un rato más tarde, a 60 kilómetros del club de golf, Routh era apresado en la autopista I-95.
Al momento del ataque, Trump jugaba al golf con Steve Witkoff, un inversor inmobiliario de Nueva York. Cuando se escucharon los disparos, ambos amigos estaban en el hoyo seis y hablaban de la campaña presidencial.
Sin perder un segundo, la custodia del servicio secreto protegió con sus cuerpos a Trump y Witkoff, que a bordo de un carrito de golf abandonaron los links del imponente club ubicado en Palm Beach.
Ric Bradshaw, sheriff del Condado de Palm Beach, midió la distancia entre el sitio utilizado por el francotirador y el hoyo seis del campo de golf, adonde se encontraba Trump. Le dio 365 metros en línea recta.
“Con un rifle y una mira como la que tiene, esa no es una distancia muy grande”, dijo el sheriff Bradshaw.
El posible tirador se posicionó en los arbustos pegados al perímetro del club de golf y tuvo a tiro a Trump.
“Imagino que la próxima vez que venga a un campo de golf, probablemente habrá un poco más de gente alrededor del perímetro”, comentó el sheriff Bradshaw.
Un vocero de la administración Biden aseguró que todavía no hay indicios que permitan vincular a Routh con una organización política o una conspiración urdida en el extranjero. Se trataría de un caso similar al ocurrido en Butler, adonde Thomas Crooks actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15.
A siete semanas de los comicios, la seguridad de Trump se transformó en un asunto de Estado. El candidato republicano sufrió dos intentos de asesinato en poco tiempo, y los controles de seguridad han fallado una y otra vez.
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