Honduras y Guatemala, países de tránsito de miles de migrantes hacia Estados Unidos, pusieron en vigor este martes medidas de prevención ante el mpox, también conocido como «viruela del mono».
Las autoridades hondureñas instalaron puestos de vigilancia epidemiológica en aeropuertos, pasos fronterizos y puertos, mientras que el gobierno guatemalteco decretó una alerta en los hospitales ante la enfermedad, que ha recrudecido en algunas naciones africanas.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Guatemala emitió la «alerta epidemiológica» que activa un protocolo de atención de casos sospechosos y acciones de seguimiento, según el documento enviado a los hospitales al que tuvo acceso la AFP.
El 14 de agosto la Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del mono como una emergencia internacional de salud pública, su mayor nivel de alerta.
Viruela del mono
Desde julio de 2022, en Guatemala se han confirmado 406 casos de mpox (con un fallecido en 2023), pero de momento no hay reportes de la nueva variante peligrosa de esta enfermedad que originó el brote actual en África.
Unos 15.000 migrantes africanos han pasado por Honduras este año, incluidas «alrededor de 100 personas provenientes de las zonas afectadas por esta enfermedad», añadió Alvarenga.
Tras cruzar Honduras, los migrantes siguen por Guatemala y luego México rumbo a Estados Unidos.
El jefe de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud hondureño, Lorenzo Pavón, explicó que ahora hay «presencia de personal de salud, entre ellos médicos, enfermeras y técnicos en salud ambiental» en «los puntos fronterizos, tanto terrestres como aéreos y marítimos».
Este año se han detectado más de 18.000 casos confirmados o sospechosos de viruela del mono en África, 1.200 de ellos en una semana, afirmó la agencia sanitaria de la Unión Africana el sábado.
La semana pasada se reportó en Suecia el primer caso fuera de África de esta enfermedad viral que se propaga del animal al humano, pero también se transmite por contacto físico estrecho con una persona infectada.
La enfermedad provoca fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas.