El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo el lunes que estaba «claro» que el sabotaje del gasoducto ruso Nord Stream en septiembre de 2022 en el mar Báltico fue ordenado por Estados Unidos.
«Incluso si […] ucranianos participaron en esto, está claro que no pudieron hacerlo solos. Está claro que para realizar un atentado así, la orden vino del nivel más alto, como se dice, y el el nivel más alto para Occidente es, por supuesto, Washington», afirmó Lavrov al medio ruso Izvestia.
La investigación sobre el sabotaje del gasoducto se centró en una pista ucraniana, tras la revelación de medios alemanes la semana pasada de una orden de arresto emitida por la justicia alemana contra un buzo profesional ucraniano sospechosos de estar implicado junto a otros dos de sus compatriotas.
Kiev calificó por su parte el jueves de «sinsentido absoluto» su implicación en esta operación contra Nord Stream, tras acusaciones en este sentido del Wall Street Journal.
Según el diario estadounidense, que dice basarse principalmente en fuentes militares ucranianas, el atentado con explosivos en las profundidades del mar Báltico habría sido ejecutado bajo la supervisión del jefe del ejército ucraniano en aquel momento, Valeri Zalujni, pese a un cambio de opinión del presidente Volodimir Zelenski que pidió detener la operación.
Los medios alemanes, que revelaron el avance de la investigación judicial, son mucho más prudentes sobre la supuesta implicación de las altas autoridades ucranianas y tienden a exculpar a Zelenski.
Rusia avanza en el Dombás
Rusia afirmó que tomó un «importante» asentamiento en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, donde las fuerzas de Moscú avanzan aún cuando las tropas de Kiev prosiguen su ofensiva en territorio ruso.
El Ministerio ruso de Defensa indicó haber «liberado» la localidad de Artemovo, que en Ucrania se llama Zalizne, y la describió como uno de los «importantes núcleos de población» de la zona, situado cerca de las localidades de Niu York y de Toretsk, que también intenta tomar.
Zalizne tenía unos 5.000 habitantes a principios de 2022, lo que la convierte en una de las localidades más grandes capturadas por las tropas rusas en las últimas semanas.
Moscú declaró que había capturado una serie de asentamientos más pequeños –algunos de tan solo una calle y edificios destruidos– durante su avance en la región.
Donetsk, testigo de los combates más intensos de los dos años y medio de ofensiva, es una de las cuatro regiones ucranianas que Rusia afirmó haberse anexionado en 2022, a pesar de no tener el control total sobre ninguna de ellas.
Kiev ha tenido dificultados para mantener la línea del frente allí, enfrentándose a la escasez de efectivos y munición.
Invasión ucraniana a la región rusa de Kursk
El ejército ucraniano está alcanzando sus objetivos en la región fronteriza rusa de Kursk, donde Kiev lanzó una gran ofensiva sin precedentes hace casi dos semanas, afirmó el lunes el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
«Estamos alcanzando nuestros objetivos», declaró Zelenski a propósito de la operación transfronteriza iniciada el 6 de agosto para sorpresa de Moscú.
«Esta mañana tenemos otra reposición del fondo de intercambio [de prisioneros de guerra] para nuestro país», añadió.
La ofensiva de Kiev, la mayor desde que Moscú invadió Ucrania en febrero de 2022, busca «crear una zona de amortiguamiento» entre Rusia y la exrepública soviética, explicaron las autoridades ucranianas.
Kiev también dijo que la incursión buscaba forzar a Rusia a negociar una paz «justa».
Poco después del anuncio de Zelenski, el jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, dio una declaración similar.
«Estamos logrando nuevos resultados en la región de Kursk y hemos repuesto el fondo de intercambio», señaló.
Más información: