La justicia anuló el juicio de Alec Baldwin por homicidio involuntario este viernes 12 de julio en base a supresión de evidencias, en un sorpresivo giro del proceso que buscaba esclarecer la responsabilidad del actor en la tragedia que enlutó al set de «Rust».
Baldwin, en el banquillo de los acusados, sostenía un revólver Colt calibre .45 en un ensayo en un set de rodaje en Nuevo México, cuando una bala fue descargada hiriendo mortalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins.
El actor estadounidense Alec Baldwin y su esposa Hilaria Baldwin se abrazan durante su juicio por homicidio involuntario en el Tribunal de Distrito del Condado de Santa Fe en Santa Fe, Nuevo México.
Con apenas dos días de acción en el juzgado de Santa Fe, sus abogados presentaron una moción para anular el proceso con perjuicio argumentando que el Estado les escondió evidencia potencialmente clave.
Este viernes, tras tensos interrogatorios a personas relacionadas a cargo de la pericia que abrieron dudas sobre el manejo de dicha evidencia y la parcialidad de la fiscal Kari Morrissey, la jueza Mary Marlowe Sommer puso fin al caso.
«La retención voluntaria de esta información por parte del Estado fue intencionada y deliberada»,
dijo Sommer.
«La descubierta de una violación del Estado inyectó un retraso innecesario e incurable en el juicio, Su moción para anular el caso con perjuicio es concedida», falló.
agregó.
Esto terminó
El argumento de la supresión de evidencias surgió el jueves cuando Alex Spiro, el abogado de Baldwin, interrogaba a la perita forense Marissa Poppell sobre un set de balas que las autoridades recibieron en marzo de manos de un expolicía asegurando que estaban relacionadas con el caso.
El actor estadounidense Alec Baldwin abraza a un miembro de su equipo legal al concluir su juicio por homicidio involuntario.
Pero los investigadores optaron por no incluir las balas como evidencia, y por no notificar a la defensa sobre el hallazgo. Poppell se contradijo en varias ocasiones, lo que generó dudas sobre el manejo del caso.
La detective a cargo de la investigación, Alexandria Hancock, confirmó este viernes ante la corte que la fiscal Kari Morrissey estaba presente en la reunión en la cual se decidió archivar las balas, lo que las dejó por fuera de la pericia.
Morrissey se ofreció de inmediato a testificar bajo juramento, en una aparente tentativa de recobrar credibilidad, derivando en un nuevo giro dramático en el caso que vio a la defensa de Baldwin interrogar a la fiscal del caso.
La fiscal defendió su decisión de descartar la evidencia afirmando que las balas eran diferentes a las encontradas en el set, y que estaban en otro estado durante el rodaje.
Pero Spiro abrió huecos en su testimonio, para luego inquerir: «La verdad es que no te gusta el señor Baldwin, ¿no es cierto?».
«Eso es completamente falso»,
respondió Morrissey, yendo al punto de decir que le gustaban sus películas e ideas políticas.
La anulación con prejuicio debe ser el punto final del proceso para Baldwin, dijo el profesor Carl Tobias, de la Universidad de Richmond.
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