Joe Biden y Donald Trump se enfrentan este jueves en un histórico debate presidencial de Estados Unidos, con el escenario preparado para lo que podría ser un punto de inflexión en la carrera de 2024 mientras millones de votantes sintonizan el choque de rivales.
El enfrentamiento, entre el titular de mayor edad de la historia y un delincuente convicto, da el pistoletazo de salida a lo que promete ser un verano doloroso de campaña en unos Estados Unidos profundamente polarizados y tensos, aún convulsionados por el caos y la violencia que acompañaron a las elecciones de 2020.
Con sólo dos debates en este ciclo electoral, el evento de alto riesgo del jueves adquiere mayor importancia, y ambos candidatos han intensificado sus ataques personales, con encuestas nacionales que los muestran empatados.
Mientras los candidatos daban los toques finales a su estrategia de debate, quedaba una pregunta crítica: ¿Trump, el pugilista político, frenará sus tendencias agresivas o desatará su rebeldía, como lo hizo en su primer debate caótico hace cuatro años?
«Creo que me he estado preparando para esto toda mi vida… Lo haremos muy bien», dijo Trump a la cadena de derecha Newsmax en una entrevista sobre su preparación para el debate.
El presidente estará desesperado por evitar errores importantes. Mientras tanto, el miércoles no se anduvo con rodeos, al menos en las redes sociales, donde dijo que «Donald Trump es la mayor amenaza para nuestra democracia», un mensaje que seguramente intentará recalcar en la noche del debate.
El presidente llega el jueves en el Air Force One a Atlanta, capital del campo de batalla del sureste de Georgia, para el duelo en la sede de CNN, mientras su rival llega en su jet privado, apodado «Trump Force One».
Trump disfruta de una ligera ventaja en los estados indecisos más importantes, pero las encuestas en general parecen extremadamente reñidas en una elección que probablemente se decidirá con unas pocas fotos finales en un puñado de campos de batalla.
La última encuesta de la Universidad Quinnipiac realizada el domingo muestra que Trump supera a Biden a nivel nacional, 49 por ciento contra 45 por ciento.
Biden, de 81 años, enfrenta la mayor preocupación por su agudeza mental, y los votantes son mucho más propensos a mencionar su edad que la de Trump, a pesar de que el republicano es solo tres años más joven.
Antes del primer debate entre dos candidatos que ya ocuparon la Oficina Oval, tanto Trump como Biden han cometido errores que han planteado dudas sobre su edad, y en ocasiones han tenido problemas con las palabras o han parecido confusos.
Trump también está envuelto en una controversia por su retórica incendiaria, su reciente condena por 34 cargos de falsificación de registros comerciales, sin mencionar otros casos penales que enfrenta, y el temor de utilizar la presidencia como arma para ajustar cuentas personales.
Ajuste fino o marcha libre
Biden ha pasado la semana fuera del radar en el retiro de Camp David, cerca de Washington, afinando sus líneas de ataque en debates simulados bajo iluminación televisiva real.
La preparación de Trump ha sido más relajada, evitando los ensayos generales en favor de mesas redondas informales sobre políticas y talleres de estrategia de debate con multitudes de manifestantes.
Sus asesores lo han alentado a centrarse en su percepción de fortaleza en la economía y el crimen, mientras que Biden buscará presentar a Trump como desquiciado e inadecuado para el cargo.
La campaña de Trump ha caracterizado repetidamente a Biden como débil e incompetente, pero cambió de rumbo en los últimos días tras las advertencias de que establecer bajas expectativas para el presidente demócrata sólo lo ayudaría.
«Sabemos que Joe Biden, que después de tomarse una semana entera de descanso, estará preparado para esto», dijo a los periodistas el asesor principal de la campaña de Trump, Jason Miller.
Trump y su equipo también han estado impulsando la teoría infundada de que Biden será promocionado con drogas para mejorar el rendimiento y han hecho reiteradas insinuaciones de parcialidad por parte de CNN.
Una de las mayores vulnerabilidades de Biden es la seguridad fronteriza, ya que Trump promete combatir una afluencia de inmigrantes indocumentados desde México con deportaciones masivas y menciona repetidamente los asesinatos cometidos por inmigrantes.
La administración Biden dijo el miércoles que ha habido una caída del 40 por ciento en los cruces ilegales desde la nueva acción ejecutiva del presidente el mes pasado para tomar medidas enérgicas en la frontera.
Más estadounidenses esperan una victoria de Trump que una victoria de Biden (40 por ciento a 30 por ciento), pero sólo uno de cada 10 pensó que era incluso algo probable que el debate cambiara su voto.