Las continuas lluvias que azotan desde hace días Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, dejan hasta el jueves al menos 29 muertos y 60 desaparecidos, en el «peor desastre» climático del estado, informaron las autoridades.
Las imágenes a lo largo de la región son catastróficas: enormes superficies totalmente anegadas, ríos arrasando puentes y carreteras, así como aparatosos rescates de personas en techos o a punto de ser arrastradas por crecidas.
Debido a las intensas lluvias en Brasil, 147 ciudades del estado de Rio Grande do Sul se han visto afectadas por inundaciones y más de 14.500 personas han abandonado sus hogares. pic.twitter.com/6kHQ05yOr3— Sepa Más (@Sepa_mass) May 3, 2024
Debido a las intensas lluvias en Brasil, 147 ciudades del estado de Rio Grande do Sul se han visto afectadas por inundaciones y más de 14.500 personas han abandonado sus hogares. pic.twitter.com/6kHQ05yOr3
«Quiero lamentar profundamente todas las vidas perdidas, son 29 muertes registradas y con el dolor más profundo de mi corazón, sé que serán todavía más», dijo el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, en una transmisión en vivo por YouTube.
«Quiero lamentar profundamente todas las vidas perdidas, son 29 muertes registradas y con el dolor más profundo de mi corazón, sé que serán todavía más»,
Leite dijo que había 60 desaparecidos registrados hasta el momento. Una cifra que puede crecer porque existen dificultades para acceder a localidades que se encuentran aisladas, agregó.
La cifra de fallecidos que reportó el gobernador es de más del doble que la reportada el jueves a mediodía, cuando el informe oficial era de 13 fallecidos.
Las inundaciones se concentran en el centro del estado, donde 154 localidades han sido castigadas por las persistentes lluvias.
En su último reporte (22H00 GMT), Defensa Civil dijo además que hay 36 heridos, 10.242 personas evacuadas y 4.645 en refugios.
Leite insistió en que se trata del «peor desastre climático» en la región bajo su gestión.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva viajó la mañana del jueves a la zona y prometió que «no faltarán recursos» humanos ni materiales para «minimizar el sufrimiento que este evento extremo de la naturaleza está causando en el estado».
«El gobierno federal estará cien por ciento a disposición del estado» para las tareas de rescate y reparación, añadió Lula junto a Leite, tras viajar con una comitiva de ministros a la localidad de Santa María, una de las afectadas.
Raul Metzel, habitante de Capela de Santana, otro poblado impactado, dijo a la AFP que «nunca» vio algo así.
«Está todo bajo el agua, es triste. Y va a empeorar (…) ¿Quién puede dormir de noche? No sabemos cómo va a subir el agua, y cuando llega a la puerta de la casa ya no se consigue levantar nada», contó afligido este operador de máquinas de 52 años.
«Está todo bajo el agua, es triste. Y va a empeorar (…) ¿Quién puede dormir de noche? No sabemos cómo va a subir el agua, y cuando llega a la puerta de la casa ya no se consigue levantar nada»,
Las fuertes lluvias deben continuar hasta el viernes, indican las previsiones meteorológicas.
Las condiciones climáticas hostiles han dificultado las tareas de rescate, dijo Leite.
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronosticó vientos fuertes con ráfagas, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían «superar los 200 mm» en Rio Grande do Sul y el sur del estado vecino de Santa Catarina.
El gobierno de Rio Grande do Sul también informó de daños en carreteras y cortes en el abastecimiento de energía eléctrica y agua para cientos de miles de clientes.
Numerosos municipios están aislados, sin telefonía ni internet.
Y la Federación Gaúcha de Fútbol suspendió todos los partidos previstos para el próximo fin de semana.
En septiembre pasado, al menos 31 personas murieron por el paso de un devastador ciclón en Rio Grande do Sul.
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