Un equipo internacional de científicos revela una explosión masiva en la galaxia NGC 4383, dentro del cúmulo de Virgo. El evento expulsó una cantidad asombrosa de gas, contaminando el espacio interestelar.
Esta emisión, tan extensa que la luz tardaría 20.000 años en atravesarla, proporciona valiosas pistas sobre la contaminación intergaláctica. Adam Watts, líder del estudio, destaca la complejidad de detectar estos flujos de gas, ricos en elementos pesados como oxígeno, nitrógeno y azufre.
Este descubrimiento, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, arroja luz sobre la física de las salidas de gas y su papel en la formación estelar. El gas expulsado, equivalente a más de 50 millones de soles, puede influir en la evolución de las galaxias y en la formación de nuevas estrellas.
Los investigadores utilizaron el espectrógrafo de campo integral MUSE en el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral para cartografiar esta explosión con gran detalle. La encuesta Mauve, liderada por Barbara Catinella y Luca Cortese, fue fundamental en este estudio.
El profesor Catinella destaca la importancia de comprender cómo las salidas de gas afectan la formación estelar en las galaxias. NGC 4383 fue el primer objetivo de la encuesta Mauve, y los datos obtenidos superaron todas las expectativas.
En el futuro, esperan que las observaciones de Mauve proporcionen una comprensión aún más profunda de las salidas de gas y su impacto en el universo local. Este estudio marca un paso significativo en la exploración de los procesos cósmicos que moldean nuestra galaxia y el espacio entre ellas.