El presidente chileno, Gabriel Boric, reorganizó su gabinete y cambió a varios de sus 24 ministros en la víspera de iniciar su segundo año en el poder, en un cambio que coincidió con el rechazo a la reforma tributaria que financiaría el grueso de su programa de gobierno.
Segundo ajuste ministerial
Es el segundo gran ajuste ministerial, luego del que hizo en septiembre cuando el 62 por ciento del electorado rechazó una nueva constitución refundacional que contaba con el respaldo del mandatario. La renovación busca mejorar la gestión de gobierno, según el mandatario.
Cambios
Entre los ministros reemplazados, figura la titular de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, que fue reemplazada por Alberto van Klaveren, un diplomático de carrera que ocupó el cargo de subsecretario de la cartera.
También salieron los responsables de las carteras de Obras Públicas, Cultura, Ciencias y Deportes. La titular de esta última, Alejandra Benado, tenía a su cargo la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos que se realizarán en Chile entre octubre y noviembre próximos.
Taman juramento
Tras tomar juramento a sus nuevos colaboradores Boric reconoció un contexto de complicaciones. “Hemos tenido dificultades, ¿quién podría negarlo?”, declaró, aludiendo a una oleada inflacionaria y de inseguridad ante una delincuencia más violenta y a una descontrolada inmigración irregular.
Sin presiones
El mandatario afirmó que la reorganización ministerial no responde a presiones de Socialismo Democrático, su coalición de centroizquierda, que venía insistiendo en tener más representación en la toma de decisiones, especialmente en la línea de los viceministros. Tiene cinco subsecretarías, lejos de las 24 que ocupa Apruebo Dignidad, el bloque izquierdista más cercano a él.
Equilibrio
Con los cambios, el gabinete quedó integrado por 12 ministros de Socialismo Democrático, 11 de Apruebo Dignidad y un independiente, y mantuvo la paridad, con 12 hombres y 12 mujeres. Además, reemplazó a 15 viceministros, de los cuales siete son de centroizquierda, cinco independientes y tres de Apruebo Dignidad.
La reorganización, a la que sólo faltaba ponerle fecha, coincidió con una imprevista derrota el miércoles para los planes de gobierno. La cámara de diputados rechazó tramitar una reforma tributaria que buscaba recaudar, en cuatro años, un 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto y con la que esperaba financiar la mitad de su programa de gobierno.
El gobernante afirmó que seguirá insistiendo en una mejor repartición de las riquezas, en mejorar las pensiones y el salario mínimo.
