La ciudad de Bajmut, epicentro de los combates en el este de Ucrania, está «prácticamente rodeada» por las fuerzas rusas, afirmó este viernes el jefe del grupo paramilitar Wagner.
«Las unidades de Wagner tienen prácticamente rodeada Bajmut, sólo queda una carretera» para salir de la ciudad, declaró Yevgueny Prigozhin en un video publicado en Telegram por su servicio de prensa.
Prigozhin, cuyos hombres están en primera línea en esta batalla, pidió al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que ordene a las tropas ucranianas retirarse de la ciudad, en gran parte destruida y donde ambas partes han sufrido graves bajas.
«Si antes nos enfrentábamos a un ejército ucraniano profesional, que luchaba contra nosotros, hoy vemos cada vez más personas mayores y niños. Luchan, pero su vida en Bajmut es corta, un día o dos», advirtió Prigozhin.
«Deles la oportunidad de abandonar la ciudad, está prácticamente rodeada», agregó el jefe de Wagner.
El video muestra luego a tres personas, un adulto mayor y dos jóvenes, que piden a Zelenski, frente a la cámara, que les permita marcharse.
Bajmut, cuya importancia estratégica es cuestionada por los expertos, se ha convertido en un símbolo de lucha por el control de la región industrial del Donbás.
Cuando visitó la zona en diciembre, el mandatario ucraniano prometió defender la ciudad «tanto tiempo como sea posible».
Los rescatistas ucranianos trabajan con una excavadora en un edificio residencial de cinco pisos destruido después de un ataque con misiles. (Foto de Katerina Klochko / AFP)El mando militar ucraniano admitió el martes una situación «extremadamente tensa» en Bajmut ante los ataques rusos.
Las fuerzas rusas han avanzado en las últimas semanas hacia el norte y el sur de Bajmut, cortando tres de las cuatro rutas de suministro ucranianas a la ciudad.
Solamente queda como vía de salida la que lleva, más al oeste, hacia Chasiv Yar, al sur de la cual los rusos intentan también avanzar.
Una ciudad devastada por encarnizados combates
Bajmut, una pequeña ciudad industrial del este de Ucrania, con 70.000 habitantes antes de la invasión rusa, quedó devastada tras ocho meses de combates.
Calificada de «infierno en la Tierra» por los soldados ucranianos, está hoy «prácticamente rodeada», según el grupo paramilitar ruso Wagner.
Un edificio dañado y quemado mientras continúan los sonidos de los bombardeos en Bakhmut, en medio de la invasión rusa de Ucrania. (Foto de DIMITAR DILKOFF / AFP)Esta batalla con fuego de artillería incesante y avances metro a metro provocó inmensas pérdidas en ambos bandos.
Los civiles -varios miles de los cuales permanecieron escondidos en sótanos- también pagaron un alto precio, al igual que los voluntarios ucranianos y extranjeros que acudieron a ayudarles.
¿Qué importancia estratégica tiene?
Poca, coinciden los analistas. Incluso el presidente ucraniano Volodimir Zelenski lo reconoció en una entrevista con el diario francés Le Figaro en febrero: «Desde un punto de vista estratégico, Bajmut no tiene mucha importancia porque los rusos destruyeron la ciudad por completo con su artillería».
«La batalla de Bajmut ha utilizado recursos humanos y materiales masivos. Esta inversión no guarda proporción con la importancia de la ciudad», afirma el general retirado australiano Mick Ryan, investigador asociado del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). «No es un objetivo militar de gran valor», asegura.
This photograph taken on February 27, 2023, shows a damaged and burnt residential building as the sounds of shelling continue in Bakhmut, amid the Russian invasion of Ukraine. (Photo by DIMITAR DILKOFF / AFP)Para el analista militar belga Joseph Henrotin, Bajmut ha servido para «degradar el potencial de cada uno». «Desde diciembre, los rusos intentan fragilizar la posición ucraniana obligándoles a desplegar fuerzas en todas partes e impidiéndoles concentrarse para crear una ruptura. Bajmut es sólo una pieza del rompecabezas. Su caída no significa nada si los demás puntos resisten«, afirma.
No obstante, a largo plazo puede abrir el camino hacia Kramatorsk, gran ciudad industrial situada más al oeste, pero todavía ampliamente protegida, matiza el investigador.
Valor simbólico
A medida que pasaban los meses y la situación se hacía cada vez más difícil, Bajmut adquirió una dimensión simbólica. El presidente Zelenski visitó en persona la «fortaleza de Bajmut» en diciembre. El jefe de la milicia Wagner, Yevgueny Prigozhin, hizo de ella casi una batalla personal, supuestamente para demostrar la valía de sus mercenarios.
«La magnitud de las pérdidas dio a Bajmut importancia política», sostiene Mick Ryan.
«Es todo un símbolo, tanto para los ucranianos como para los rusos», coincide Thibault Fouillet, de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS).
«Pero algunas cosas que se anunciaban como puntos de inflexión definitivos en la guerra no lo fueron», afirma, citando en particular la retirada rusa de la región de Járkov (noreste) en abril o la reconquista ucraniana de Jersón (sur) en el otoño.
«Creo que pasaremos rápidamente al siguiente punto caliente del frente, que es la característica de esta guerra de desgaste», agrega.
Una cuestión interna rusa
La captura de Bajmut, que supondría la primera victoria rusa desde las contraofensivas ucranianas del otoño, está en el centro de la rivalidad entre el ministerio de Defensa ruso y el jefe de Wagner, que lleva meses intentando ganar estatura política.
El Grupo Wagner mantiene una lucha interna con las Fuerzas Armadas oficiales de Rusia. Foto: TelegramEn las últimas semanas, Prigozhin ha arremetido contra «la monstruosa burocracia militar» y «los políticos», e incluso acusó al jefe del Estado Mayor, Valery Guerasimov, y al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, de «traición» por no entregar munición a sus mercenarios.
La guerra en Ucrania ha dado al jefe de Wagner sueños de grandeza, según la investigadora rusa Tatiana Stanovaya, del centro R.Politik.
«Prigozhin es ahora un actor muy visible en la escena rusa», dice. «Con la guerra en Ucrania, ha ganado atención pública, y a él le gusta», añade.