“No es un concierto más”, dijo el tenor ucraniano Dmytro Popov, sobre su actuación del viernes en la Ópera Metropolitana de Nueva York con motivo de la conmemoración del primer aniversario de la invasión rusa de su país.
“Si no, volverá a ocurrir, una y otra vez”, dice antes de este concierto titulado “Recuerdos y Esperanza”, promovido por la misión permanente de Ucrania ante la ONU y el Lincoln Center de Nueva York.
Demasiadas emociones
Basado en Berlín, el tenor lleva a cabo una exitosa carrera internacional coronada de éxitos, en prestigiosos teatros de la ópera de Londres, Viena o Hamburgo.
Pero este último año, ha sido personalmente muy difícil para él. Unas semanas después del inicio de la invasión rusa, su madre sufrió un ataque y no pudo recibir la asistencia médica que necesitaba.
“No hay suficientes medicamentos ni material para curar a los civiles”, cuenta Dmytro Popov, quien finalmente logró trasladar a su madre a Alemania. Ya está de vuelta en su país, cerca de Kiev, cuenta.
La guerra también volvió a sacudir la vida de Dmytro Popov el pasado abril, cuando vio las fotos de su casa de infancia destruida en la región del Donbass, cuando estaba a punto de entrar en el escenario en Londres.
Requiem
Elviernes, el solista volvió a controlar sus emociones cuando cantó el Requiem de Mozart, “una oración para nuestros muertos”, dijo. “¡Hay tanta gente que muere cada día y cada noche!”, lamentó.
La monumental 5ª Sinfonía de Beethoven, usada como símbolo por las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, está en la parte orquestal del programa.
El concierto se abrió con el himno nacional ucraniano y concluyó con la “Oración para Ucrania” del compositor ucraniano Valentin Silvestrov. Las entradas se venden a 50 dólares y el MET promueve las donaciones en apoyo a Ucrania.
Dmytro Popov cantará de nuevo esta temporada en el templo neoryorquino en el clásico de Giuseppe Verdi “La Traviata”. Para él, la ópera es la mejor forma de ayudar a su país. Más que empuñar las armas, explicó.