Los operadores de un tren de carga que se descarriló en East Palestine, en el estado de Ohio, a inicios de febrero, no recibieron una advertencia sobre el sobrecalentamiento de un eje hasta en el momento en que decenas de vagones se salieran de las vías, afirmaron reguladores federales en un informe.
Un maquinista redujo la velocidad y detuvo el tren después de recibir una “alarma audible crítica”, según un informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). Luego, la tripulación vio fuego y humo y alertó de un posible descarrilamiento, según el informe.
El eje en el que se centran las investigaciones se estuvo calentando a medida que el tren avanzaba por las vías, pero no alcanzó el umbral para detener el tren e inspeccionarlo hasta justo antes del descarrilamiento, según el informe.
El tren iba a unos 75 kilómetros por hora en ese momento, justo por debajo del límite de velocidad de 80 kilómetros por hora, según los investigadores de seguridad.
El vicegobernador de Ohio, Jon Husted, le dijo a CNN que los hallazgos podrían sentar las bases para que el estado presente una referencia penal. También dijo que la compañía ferroviaria Norfolk Southern debería reubicar temporalmente a las personas de la zona que se sientan inseguras o incluso considerar comprar sus propiedades.
La administración del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, ya presentó una referencia penal de Norfolk Southern a la fiscalía general del estado.
La NTSB publicó los hallazgos preliminares el mismo día que el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, criticado por no haber visitado el sitio antes, realizó un recorrido por el lugar del accidente.
El descarrilamiento del 3 de febrero provocó evacuaciones y temores de contaminación del aire y el agua después de una quema controlada de productos químicos tóxicos para evitar una explosión.