En los últimos años la Selva del Darién que conecta a Colombia y Panamá se ha convertido en una ruta popular de miles de migrantes que desean llegar Estados Unidos y que a menudo deben enfrentarse a grupos armados ilegales, como la banda criminal colombiana Clan del Golfo.
Por esa razón las autoridades de Colombia y Panamá acordaron aumentar las operaciones militares conjuntas en la región de la selva con el objetivo de combatir el narcotráfico, la minería ilegal y la migración irregular.
El acuerdo incluye la construcción de un puesto de observación compartido en Cabo Tiburón, ubicado en la provincia de Chocó en Colombia, así como una base militar en Sapzurro, un pueblo colombiano cercano a la frontera entre los dos países.