Familiares y amigos le dieron el último adiós a Tyre Nichols, el joven afroamericano que murió después de una brutal golpiza que sufrió a manos de efectivos policiales de Memphis.
En el acto la madre de Nichols, se quebró cuando recordó la infancia de su hijo, “lo que me mantiene de pie es recordar que mi hijo fue enviado por Dios y supongo que su tarea está hecha y por eso ha regresado a casa”, dijo.
En esta ceremonia no faltaron las canciones religiosas ni los tributos emotivos, las palabras principales estuvieron a cargo del reverendo Al Sharpton, una figura clave en la lucha por los derechos civiles, durante su sermón dijo, que “ los oficiales que golpearon a Nichols podrían haber actuado de manera diferente si hubiera una responsabilidad real por sus acciones. Y expresó que si el joven fallecido hubiera sido blanco “no lo hubiran golpeado así”.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris también estuvo con la familia Nichols y se unió a las voces que claman por una reforma policial, la vicepresidenta pidió que se apruebe la Ley de Justicia en la Policía de George Floyd, un amplio paquete de reformas policiales que incluye un registro nacional de agentes de policía sancionados por mala conducta, la prohibición de no órdenes de golpe y otras medidas.
Harris dijo que la golpiza de Nichols, un hombre negro de 29 años, por parte de cinco policías negros fue un acto violento que iba en contra de la misión declarada de la policía de garantizar la seguridad pública.