Un gran tiburón blanco aterrorizó la costa oeste de México luego de decapitar a un buzo. El sangriento suceso se dio este pasado 5 de enero, en la playa de San José en la bahía de Tobari, en la costa oeste de ese país.
Este es el primer ataque mortal de tiburón del año, cobrando la vida de Manuel López, quien según se reportó, estaba buceando en la zona en busca de moluscos. López, de 50 años, fue atacado por el tiburón, que medía 5,7 metros (19 pies) de largo, arrancándole la cabeza.
Un pescador, de nombre José Bernal, contó a Tracking Sharks que López “estaba buceando cuando el animal lo atacó, le arrancó la cabeza y le mordió ambos hombros”.
López había estado buceando a una profundidad de unos 18 metros (59 pies) para recolectar callos de hacha, un molusco parecido a una vieira en el fondo del océano, cuando el tiburón atacó.
Los buzos habían sido advertidos de la presencia de tiburones
Bernal dijo que hubo avistamientos de varios tiburones en las aguas en los días previos al ataque, y agregó que los pescadores se habían estado cuidando de los animales. “Los buzos locales habían sido advertidos sobre la presencia de tiburones en el área y la mayoría estuvo varios días sin meterse al agua”, comentó.
Aunque varias personas se habían abstenido debido a los avistamientos de tiburones, la escasez de mariscos provocó un aumento de la demanda en el área, y esto habría sido lo que llevó a López a decidir bucear.
Si bien los pescadores pueden reclamar un estipendio anual de 7.200 pesos mexicanos, no es suficiente cuando no hay ingresos provenientes del mar, informó Tracking Sharks.
¿Cuándo atacan estos feroces animales?
Son animales solitarios, su nombre científico es Carcharodon carcharias. A pesar de que inspiran temor por su carácter feroz, o solo atacan cuando se sienten amenazados, no por hambre o deseo de carne humana.
Miden entre 5 y 7 metros de longitud, aunque hay adultos que suelen medir hasta 11 metros, y pesan entre 1, 75 y 2 toneladas. Poseen una boca grande con unos 300 dientes triangulares y aserrados, muy anchos. Su mordida se estima entre 12 y 24 toneladas de fuerza lo que equivaldría a 300 veces la mordida humana.
Teniendo en cuenta su tamaño, su fuerza y su poderosa mordida, esa reacción natural a la defensa puede ser letal. Un ruido, una vibración o movimiento brusco puede ser interpretado por el animal como una amenaza.
Es más frecuente ver a los tiburones blanco, entre el Golfo de California, durante los meses de diciembre y enero, cuando las hembras preñadas llegan a la zona, a menudo buscan leones marinos llenos de grasa para alimentarse debido a su alto contenido calórico.
Los ataques a los seres humanos son raros y accidentales, actualmente el tiburón blanco está en peligro de extinción.