La policía federal de Estados Unidos inició el miércoles un registro en la casa de playa del presidente Joe Biden en el estado de Delaware, dijo un abogado del mandatario, en el marco de una operación de rastreo de documentos clasificados guardados indebidamente.
Bob Bauer, el abogado de Biden, dijo que el FBI se llevó notas escritas a mano y algunos materiales para una revisión adicional. La búsqueda inició a las 8:30 de la mañana y duró tres horas y media.
Más temprano el abogado indicó que este procedimiento contó «con pleno apoyo y cooperación del presidente». Biden está en la mira luego de que el FBI realizara otro operativo en otra casa del mandatario ubicada en la ciudad de Wilmington, Delaware en busca de documentos confidenciales de la época del demócrata como vicepresidente y senador.
Foto tomada el 12 de enero de 2021 de la vivienda del presidente Joe Biden en Rehoboth Beach, Delaware. (Shannon McNaught/Delaware News Journal via AP)En su declaración, Bauer dijo que el Departamento de Justicia inició el registro en Rehoboth sin «aviso público previo».
«La búsqueda de hoy es un paso más en un proceso exhaustivo y oportuno del Departamento de Justicia que continuaremos apoyando y facilitando por completo. Tendremos más información al finalizar la búsqueda de hoy», señaló en un comunicado.
El presidente suele pasar los fines de semana en Wilmington o, con menos frecuencia, en Rehoboth.
Desde noviembre, una serie de documentos confidenciales, cuyo número exacto y contenido se desconoce, han sido encontrados tanto en una oficina que ocupaba Biden en un centro de estudios en Washington como en su casa en Wilmington.
Estos documentos se remontan a la época en que Biden era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y a sus tres décadas en el Senado, durante las cuales se ocupó extensamente de la política exterior.
El Departamento de Justicia designó a un fiscal especial para investigar estos hallazgos, embarazosos para el presidente demócrata porque evocan, pese a muchas diferencias, un caso de archivos oficiales llevados a Florida por su antecesor, el republicano Donald Trump.