El Gobierno mexicano avisó que la extradición a Estados Unidos de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín «el Chapo» Guzmán más buscados por EE.UU. y recientemente detenido, será lento, ya que también enfrenta acusaciones penales en México. «La extradición es un proceso. Se hace la solicitud por parte del Gobierno, en este caso de Estados Unidos, pero se tienen que presentar las pruebas y ya los jueces en México deciden», refirió el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, añadió que, tras poner al detenido a disposición de un juez, el mecanismo de extradición cuenta con un plazo para que el país solicitante presente pruebas penales, que estima que en el caso de Estados Unidos se demorarán entre cuatro y seis semanas. Una vez puestas dichas pruebas ante las autoridades judiciales, la decisión sobre la extradición correrá a cargo del juez y de la Cancillería que él dirige.
«No es una decisión política, sólo de la Cancillería, sino esencialmente del juez, para verificar que los derechos de esa persona se respetan, dado que es un ciudadano mexicano», comentó.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, descartó una extradición “express” y negó que la captura sea un gesto del gobierno para congraciarse con Biden, quien se reunirá el próximo lunes con su homólogo Andrés Manuel López Obrador, en Ciudad de México. Dicho encuentro antecederá la cumbre de líderes de América del Norte, a celebrarse el martes.