El Papa Francisco fue el primero en visitar al fallecido Benedicto XVI que, según contaron quienes le asistieron en los últimos minutos de su vida, murió con gran serenidad.
El Pontífice rezó junto al cuerpo, que se encuentra ahora, como se ha referido, en la capilla de la Mater Ecclesiae, junto a un pesebre, vistiendo ornamentos rojos. De momento no hay visitas previstas.
Desde mañana a las 9 de la mañana y durante otros tres días, hasta el funeral del 5 de enero, el cuerpo estará expuesto en la basílica de San Pedro para la veneración de los fieles.