La llegada de hasta 1000 personas migrantes, el último gran grupo que ha atravesado la frontera, ha sido el cruce más numeroso registrado en los últimos años en el oeste de Texas, donde se vive un aumento migratorio.
Al anochecer del domingo, cientos de migrantes cruzaron el río Bravo hacia El Paso, era una caravana de personas procedentes principalmente de Nicaragua cuyo cruce fue uno de los mayores a lo largo de la frontera del oeste de Texas en los últimos años.
Su llegada en masa a Estados Unidos sorprendió incluso a los habitantes de El Paso, ciudad que en los últimos meses se ha visto desbordada por un flujo constante de migrantes procedentes de Centroamérica y Sudamérica, más de 50.000 personas solo en octubre.
Al igual que los migrantes de Venezuela que inundaron El Paso este año, los que llegan de Nicaragua no pueden ser expulsados rápidamente en virtud de una política de salud pública de la época de la pandemia conocida como Título 42, que las autoridades federales emplean con los migrantes de otros países, como México.